Diabetología
Las frutas tienen efecto protector frente a la diabetes 2
Un mayor consumo de frutas enteras específicas, en especial arándanos, uvas y manzanas, se ligó significativamente con una menor presencia diabetes tipo 2, mientras que el aumento del consumo de jugos de frutas tiene la asociación opuesta.
Las frutas son ricas en fibras, antioxidantes y fitoquímicos que pueden tener efectos beneficiosos para la salud. Aumentar su consumo ha sido recomendado para la prevención primaria de muchas enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 2, aunque los estudios epidemiológicos han arrojado resultados un tanto contradictorios sobre dicha relación.
Qi Sun y colegas del Departamento de Nutrición de la Escuela de Salud Pública de Harvard, en Boston, Estados Unidos, determinaron si las frutas están diferencialmente vinculadas al riesgo de diabetes tipo 2. Mediante un estudio longitudinal prospectivo, se incluyeron a 66.105 mujeres del Estudio de Salud de Enfermeras (1984-2008 ), 85.104 mujeres del Estudio de Salud de Enfermeras II (1991-2009 ), y 36.173 hombres de un estudio de seguimiento (1986-2008), quien estaban libres de enfermedades crónicas al inicio.
Durante 3.464.641 personas/año de seguimiento, 12.198 participantes desarrollaron diabetes tipo 2. Después del ajuste por persona, estilo de vida y factores dietéticos de peligro para la diabetes, el riesgo combinado de la enfermedad metabólica por cada tres raciones/semana de consumo de frutas enteras era de 0,98 (IC del 95%: 0,96 a 0,99). Al ajustar por frutos individuales, los riesgos combinados por cada tres raciones semanales eran 0,74 (0,66 a 0,83) para los arándanos, 0,88 (0,83 a 0,93) para uvas y pasas, 0,89 (0,79 a 1,01) para las ciruelas pasas, 0,93 (0,90 a 0,96) para manzanas y peras, 0,95 (0,91 - 0,98) para el plátano, 0,95 (0,91 - 0,99) para el pomelo, 0,97 (0,92 a 1,02) para los melocotones, ciruelas y albaricoques, 0,99 (0,95 a 1,03) para las naranjas, 1,03 (0,96 a 1,10) para las fresas y 1,10 (01,02 a 01,18) para el melón. El cociente de riesgos agrupado para el mismo incremento en el consumo de jugo de frutas fue de 1,08 (1,05 a 1,11). Las asociaciones con el riesgo de diabetes tipo 2 diferían significativamente entre frutos (P <0,001 en todos los grupos).
Finalmente, estos resultados sugieren la presencia de heterogeneidad en las asociaciones entre el consumo de frutas y el riesgo de diabetes tipo 2. Una mayor ingesta de piezas enteras, en especial arándanos, uvas y manzanas, estuvo relacionado significativamente con un menor riesgo de diabetes tipo 2, mientras que un elevado consumo de jugo de frutas se asoció a un mayor peligro.
