Cardiología
Síndrome de Brugada no agrava el embarazo
En este estudio unicéntrico y retrospectivo, los eventos graves no fueron más recurrentes durante el embarazo o en el periodo periparto en mujeres con la enfermedad hereditaria.
La diferencia asociada al sexo en la expresión fenotípica del síndrome de Brugada (SB) es más pronunciada que en ningún otro síndrome arrítmico de transmisión autosómica. El fundamento de esta intrigante distinción ligada con el género no se conoce por completo. Las posibles explicaciones son diferencias intrínsecas al sexo en las corrientes iónicas e influencias hormonales.
Moisés Rodríguez-Mañero y colegas (University Hospital Brussels-UZB, en Bruselas, Bélgica), evaluaron el impacto del embarazo en pacientes con síndrome de Brugada. Los autores realizaron un análisis retrospectivo de todas las embarazadas con síndrome de Brugada. Se incluyeron 104 mujeres con un total de 219 partos.
Hubo 15 abortos espontáneos; 1 niño falleció súbitamente durante la noche 3 meses después del nacimiento; 6 embarazadas refirieron haber sufrido al menos un síncope durante el embarazo; en ninguna de las 3 mujeres a las que se implantó un desfibrilador automático implantable antes del embarazo se registraron episodios arrítmicos; 4 con antecedente de muerte súbita cardiaca recuperada no sufrieron evento alguno durante el embarazo. De las 24 pacientes que habían sufrido síncopes cuando no estaban embarazadas, 18 se mantuvieron asintomáticas y 6 sufrieron síncope durante el embarazo. Durante el seguimiento (media, 298,9 días; intervalo de confianza del 95%, 289,6-308,2) 2 mujeres recibieron descargas apropiadas.
En conclusión, en este estudio unicéntrico y retrospectivo, los eventos graves no fueron más frecuentes durante el embarazo y el periodo periparto en mujeres con síndrome de Brugada. La aparición de síncopes durante la gestación no se asoció a una peor evolución en los periodos periparto y posparto ni durante el seguimiento. La tasa descrita de abortos espontáneos y muerte súbita infantil deberá investigarse en nuevos estudios para confirmar o descartar su asociación con el síndrome de Brugada.
