Medicina interna
Tratamiento con testosterona puede provocar infartos y mortalidad
El uso de la terapia de testosterona en una población masculina con comorbilidades médicas significativas se asoció con un mayor riesgo de muerte, infarto de miocardio o accidente cerebrovascular isquémico.
La cantidad de tratamientos con testosterona está aumentando y los efectos de la terapia en los resultados cardiovasculares y la mortalidad son desconocidos. Un reciente ensayo clínico aleatorizado en hombres con una alta prevalencia de enfermedades cardiovasculares se detuvo prematuramente debido a la aparición de eventos adversos cardíacos, aumentando las preocupaciones acerca de la seguridad de dicha terapia.
Un equipo médico del Sistema de Salud de Veteranos de Colorado, en Estados Unidos, evaluó la relación entre el tratamiento con testosterona y la mortalidad por cualquier causa, infarto de miocardio (IM) o accidente cerebrovascular y determinó si esta asociación se ve modificada por la enfermedad coronaria subyacente. Los autores realizaron un estudio retrospectivo de cohorte nacional de hombres con bajos niveles de testosterona (< 300 ng/dL), los cuales se sometieron a una angiografía coronaria entre 2005 y 2011. El resultado primario fue muerte por cualquier causa, infarto de miocardio y accidente cerebrovascular isquémico.
De los 8.709 hombres con un nivel total de testosterona inferior a 300 ng/dl, 1.223 iniciaron la terapia 531 días después de la angiografía coronaria. De los 1.710 eventos registrados, 748 hombres murieron, 443 tuvieron un IM y 519 un AVE. De 7.486 individuos que no recibieron testosterona, 681 murieron, 420 presentaron un IM y 486 un AVE. Entre los 1.223 pacientes que recibieron la testosterona, 67 murieron, 23 sufrieron un IM y 33 un accidente cerebrovascular. La tasa de eventos fue de 19,9% en el grupo sin testosterona versus 25,7% del grupo con testosterona, con una diferencia de riesgo absoluto del 5,8% (IC del 95%: -1,4 % a 13,1%) a los 3 años después de la angiografía coronaria. En los modelos de riesgos proporcionales de Cox ajustando por la presencia de enfermedad de la arteria coronaria, el uso de testosterona como una covariable dependiente del tiempo se vinculó a un mayor riesgo de resultados adversos (riesgo 1,29, IC del 95%: 1,04 a 1,58). No hubo diferencia significativa en el tamaño del efecto de la terapia entre aquellos con y sin enfermedad de la arteria coronaria (P = 0,41).
Finalmente, en un grupo de hombres sometidos a angiografía coronaria y con bajas concentraciones de testosterona en suero, la utilización de testosterona se relacionó a un mayor peligro de resultados adversos. Estos hallazgos alertan sobre los riesgos potenciales de la terapia con testosterona.
