Tratamiento mental desatendido: barrera crítica en la atención sanitaria
Solo el 6,9% de los adultos con trastornos de ansiedad, estado de ánimo y consumo de sustancias recibe un abordaje pertinente, y la falta de conciencia sobre su necesidad, es el principal obstáculo para lograr efectividad.
Los trastornos mentales y de consumo de sustancias son altamente discapacitantes y costosos. A pesar de que existen intervenciones eficaces y rentables, a menudo están subutilizadas. Es esencial conocer cuántas personas con estos trastornos acceden a una atención adecuada para evaluar el éxito de las iniciativas de mejora en este ámbito.
Esta investigación, liderada por el Doctor en Salud Pública Daniel Vigo de la Universidad de Columbia Británica, Canadá, examinó la proporción de individuos con trastornos mentales y de uso de sustancias que reciben tratamiento acorde con las directrices en varios países.
Se llevó a cabo un estudio transversal en el que se realizaron encuestas de salud mental a muestras representativas de adultos de 18 años o más en 21 países. Se evaluó la prevalencia y el tratamiento en un periodo de 12 meses de nueve trastornos relacionados con la ansiedad, el estado de ánimo y el consumo de sustancias, utilizando la Entrevista Diagnóstica Internacional Compuesta.
El resultado principal fue la proporción de personas que recibieron una intervención efectiva para sus trastornos, evaluado según la gravedad y las guías clínicas, que incluyen medicación y psicoterapia. Se analizó además la necesidad percibida de tratamiento, la búsqueda de ayuda y la calidad mínima del recibido. Se consideraron factores individuales, como la edad, sexo y estado civil, y factores del país, como recursos de salud y estigmas sociales.
Entre los 56.927 encuestados, el 57,7% eran mujeres con una edad promedio de 43 años. Solo el 6,9% de las personas con los trastornos recibió un tratamiento efectivo en 12 meses, siendo más común en mujeres e individuos con mayor educación. Las principales barreras fueron la baja necesidad percibida de tratamiento (46,5%), el escaso contacto con el tratamiento según esa necesidad (34,1%) y la efectividad limitada de este (47%), con variaciones según el tipo de trastorno. A nivel de país, los recursos de atención médica general fueron más relevantes que los de salud mental. Además, aunque el perfil del trastorno influyó en los resultados, la mayoría de los factores significativos estaban relacionados con el contacto con el tratamiento.
Estos hallazgos destacan las brechas en la calidad de las intervenciones y enfatizan la importancia de aumentar la percepción sobre su necesidad, que es la principal barrera para su efectividad. También subrayan la importancia de capacitar a los médicos de atención primaria en el reconocimiento y manejo de los trastornos mentales, así como mejorar la continuidad de la atención desde un enfoque básico hasta uno efectivo. Además, es crucial abordar la falta de un abordaje adecuado, especialmente entre hombres y personas con menor nivel educativo.
Fuente bibliográfica
Effective Treatment for Mental and Substance Use Disorders in 21 Countries
Vigo DV, et al.
DOI: 10.1001/jamapsychiatry.2024.4378
