https://www.savalnet.ec/cienciaymedicina/progresosmedicos/20009.html
20 Diciembre 2010

Gusanos parásitos, más buenos que malos

Los tricocéfalos (Trichuris trichiura) son un grupo muy exitoso de nematodos parásitos que infectan una gran variedad de mamíferos, incluyendo cerca de mil millones de personas en todo el mundo. Sus huevos son generalmente adquiridos por accidente y si tiene éxito la eclosión, las larvas emergentes se adosan a la pared intestinal. Los gusanos jóvenes migran para fijarse permanente en el ciego o en el colon, donde se aparean y comienzan a liberar los huevos en el medio ambiente. Esta es una excelente estrategia, ya que su dispersión a nuevos hospedadores depende de una vida en las zonas inferiores de los intestinos donde se pueden descargar fácilmente los huevos junto con las heces del anfitrión. En particular, los tricocéfalos son grandes productores de embriones, durante el año, o período de vida, cada hembra adulta produce entre 5.000 y 20.000 huevos por día.

Estos gusanos necesitan la ayuda de las bacterias del intestino para eclosionar, indicando una relación antigua, pero también sugiere que ambos tienen un efecto positivo sobre la inmunidad del hospedador. No se sabe aún con exactitud cómo las bacterias apoyan el proceso de eclosión, pero la relación ofrece algunas ventajas claras para los hospedadores. Al controlar el daño intestinal, por ejemplo, aumenta el contacto entre los microorganismos y las células inmunes, generando respuestas de las células T contra patógenos exógenos.


Microflora, helmintos y sistema inmunológico

El tracto gastrointestinal es el mayor órgano inmunológico humano. De acuerdo con el punto de vista clásico, ha evolucionado para controlar una inmensa biomasa de antígenos extraños, con la participación de mecanismos capaces de detectar y prescindir de agentes patógenos peligrosos, y mantener, en un mínimo, las "falsas alarmas" hacia antígenos benignos, como la alimentación. Este equilibrio está mediado por subgrupos especializados de células inmunitarias, incluyendo las células T gamma/delta, células M y células T reguladoras. Un reciente estudio realizado por Kelly S. Hayes y colaboradores (Science 2010; 328:1391-1394) invierte el concepto que el sistema inmune controla la flora intestinal desde adentro hacia afuera.

El grupo de K. S. Hayes llevó a cabo experimentos con Trichuris muris, un nematodo parásito de ratón que es similar a la especie que infecta a humanos, el T. trichiura. Que ambas especies tengan una respuesta celular tipo T helper 2 (Th2) en el intestino grueso apoya el argumento que la infección por T. muris en ratones es un buen modelo para la infección por T. trichiura en seres humanos. Las especies Trichuris contagian muchas especies de mamíferos, estimándose unos mil millones infecciones humanas por T. trichiura. Estas infecciones están asociadas con la falta de saneamiento y la pobreza. La infección comienza con la captación de los huevos embrionados. Las larvas eclosionan en el colon, donde residen en las criptas de Lieberkühn hasta convertirse en adultas, se aparean y liberan los huevos al medio ambiente mediante las heces.

Después de administrar quinolonas a los ratones para reducir su flora colónica, Hayes y colegas introdujeron huevos embrionados de T. muris al colon de estos animales. Se observó que pocos huevos se incubaron en una flora colónica empobrecida. Además, los experimentos in vitro mostraron la necesidad de unión de las enterobacterias a los opérculos polares de los huevos para incubar y que el factor crítico de incubación en enterobacterias era la presencia de fimbrias (apéndices proteicos, cortos y finos, que se extienden desde la superficie celular de las bacterias gram-negativas), los huevos no eclosionaron en presencia de cepas bacterianas diseñadas para la falta fimbrias.

El segundo, y posiblemente más interesante resultado, fue que el agotamiento de la microflora intestinal inducido por los antibióticos no sólo dio lugar a una reducción de la carga parasitaria, sino también a un cambio en la respuesta inmune dependiente de las células T. Las respuestas Th2 se redujeron, ya que menos gusanos se unieron a las paredes intestinales, y las respuestas celulares tipo T 17 (Th17) y T reguladoras (Treg), aumentaron (figura 1). Este resultado no habría sido obtenido sin la presencia de un agente inductor de Th2, como los gusanos. Quizás esto sea relevante para otros inductores Th2, como los alérgenos de alimentos, en cuyo caso el consumo de alimentos alergénicos (por ejemplo, la langosta) podría cuestionar la toma de antibióticos.

Figura 1: la eclosión de los parásitos

Kelly S. Hayes y colegas utilizaron bacterias marcadas fluorescentemente para mostrar que el proceso de eclosión intraintestinal de Trichuris muris depende esencialmente de la unión de una enterobacteria al opérculo polar del huevo (panel A). Los gusanos se adhieren a la pared del intestino e inducen la activación celular tipo T helper 2 (Th2), que a su vez inhibe la proliferación y diferenciación tipo T helper 17 (Th17) y T reguladora (Treg). En contraste, el desarrollo del gusano se detuvo y las respuestas inmunitarias específicas se vieron alteradas con una menor presencia de enterobacterias gram-negativas debido a los antibióticos (panel B), lo que realza la influencia del medio ambiente intraintestinal en la respuesta inmune intestinal.

En resumen, el presente trabajo demuestra que la presencia de formas de microflora y macroflora (gusanos) controla la dirección de las reacciones inmunes en el intestino. La red regulada de la flora intestinal ha coevolucionado con los humanos, lo que resulta en un control simbiótico recíproco que logra un equilibrio en el intestino sano. El proceso de la síntesis y secreción de péptidos antimicrobianos tanto en el huésped humano como en las bacterias es un ejemplo de este balance. El uso generalizado de péptidos antimicrobianos como los conservantes de alimentos puede cambiar este equilibrio y contribuir al aumento del número de enfermedades inflamatorias intestinales. La utilización de antiinflamatorios no esteroideos (AINE) también podría cooperar a este desequilibrio, teniendo en cuenta las pruebas que sugieren que estos medicamentos agravan la enfermedad inflamatoria intestinal.

Por lo tanto, se debería continuar abogando por el uso restrictivo de los AINE, antibióticos y aditivos alimentarios que perturben la microflora. También hay que considerar las implicaciones del trabajo del grupo de Hayes y la de otros investigadores a la hora de evaluar el valor de la descontaminación intestinal preoperatoria, lo que podría tener implicaciones para las reacciones inmunes perioperatorias y postoperatorias. Necesitamos con urgencia estudios controlados sobre las consecuencias del uso de antibióticos para la conformación de las reacciones inmunes contra los antígenos comunes, por ejemplo. Estos ensayos proporcionarían una mejor comprensión del efecto de la alteración de la flora intestinal en relación a las reacciones inmunes.

Fuente bibliográfica

Microflora, Helminths, and the Immune System — Who Controls Whom?

Achim Hoerauf, M.D.

University Clinic, Bonn, Germany

N Engl J Med 2010; 363(15):1476-1478

Ciencia y Medicina

Destacado Agenda de Eventos

XI Congreso Internacional de Medicina Interna

21 Mayo 2025

La Asociación de Medicina Interna de Rosario desarrollará el XI Congreso Internacional de Medicina Interna el 21, 22 y 23 de mayo en el...

Destacado Artículos Destacados

Limitar el uso del celular mejora la concentración y la salud mental

14 Marzo 2025

Un bloqueo de internet móvil durante dos semanas puede favorecer significativamente la capacidad de mantener la atención, la reducción...

Dieta mediterránea reduce riesgo de cánceres relacionados con la obesidad

07 Marzo 2025

Una mayor adherencia a este régimen alimentario está vinculada a una probabilidad ligeramente menor de desarrollar estas patologías, i...

Destacado Progresos Médicos

Abordando la COVID-19 con un enfoque endotelial

17 Febrero 2025

Su función es clave para comprender la enfermedad, ya que influye en la coagulación e inflamación. Este conocimiento impulsa el desarr...