

Anales Oftalmológicos
Tomo V Vol. IV N˚1 2008 Santiago - Chile
la retina, con el consecuente desgarro de las
capas retinales y colección de sangre en la
cavidad resultante, la cual se rodeada de un
pliegue circinado hemorrágico que se hace
fácilmente visible cuando persiste como
un anillo hipopigmentado luego de que la
hemorragia se haya reabsorbido y a veces
este hallazgo puede ser la única evidencia
y debe de hacer sospechar al oftalmólogo
de maltrato. (Figura 4)
Figura 4: Retinosquisis post traumática
Otros signos aún menos específicos de
maltratos a nivel ocular pueden ser la con-
moción retinal o edema de Berlin, el edema
del epitelio pigmentario, la ruptura coroidea,
presencia de coriorretinitis esclopetaria, daño
traumático del nervio óptico y el agujero
macular traumático
(14)
SECUELAS VISUALES
Dentro de las complicaciones tardías del
daño ocular pueden presentarse atrofia
óptica, edema de papila, lesiones retinales
múltiples, compresión hemorrágica del nervio
óptico, desprendimiento de retina, avulsión
de la base vítrea, coriorretinitis cicatricial,
membrana epiretinal, catarata, subluxación
del cristalino, glaucoma secundario e incluso,
Ptisis bulbi
(15-17)
(Figura 5).
Figura 5: Coriorretinitis esclopetaria
Han et al en 1990 señalaron que en un
33% presentó una disminución de AV por
pliegues maculares y un 17% tenían defectos
del epitelio pigmentario que no presentaba
alteración de AV significativa. En el 50%
de los casos había pérdida visual profunda,
probablemente por lesión cerebral
(18)
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL DE
LESIONES OCULARES
Traumatismo de tipo accidental
•
Hemorragias retinales del recién nacido
•
(desaparecen entre las 72 horas y
el mes)
Hemorragias por maniobras de resucitación
•
(raras, generalmente localizadas y con
el antecedente de ellas)
Síndrome de Terson (hay hemorragias
•
retinales y subaracnoideas postraumatismo
cefálico en el adulto, pero solo el 3% de
ellas se ve en niños)
Discrasias sanguíneas.
•