

12
mencionados y en la educación y fomento de la
lactancia materna y el lactario pediátrico, esto
en un proyecto trabajado en equipo con la
Nutricionista Ximena Díaz San Martín.
Así como ellas, otras enfermeras dejaron Pediatría
para integrarse a la planta esquemática de otros
Servicios Clínicos, fue una pérdida para nosotros
pero para ellas y el hospital una valiosa decisión.
Ana María Torres Cancino fue una de las primeras
en alejarse, para asumir la Jefatura de Esterilización
jugando un papel esencial en la centralización de
este Servicio entre los años
1994-1995
. Como todo
cambio, no le fue fácil ya que nos resistíamos a
perder nuestro personal, los equipos y materiales
que siempre estuvieron bajo nuestro control.
Gladys Moreno González, en
1989
, luego de
consolidar en el octavo piso la Unidad de
Oncología. Su desarrollo personal en gestión
en salud la ha llevado a ocupar cargos en áreas
administrativas, actualmente ejerce jefatura de
Admisión y Recaudación Institucional.
Alejandra Ávila Alarcón, en
1992
paso a formar
parte del equipo de IDIMI, una gran enfermera
que ha prestigiado nuestra profesión con su
participación en trabajos de investigación y su
labor educativa en el auto cuidado del niño
diabético, uno de los mayores desafíos en el
manejo de la diabetes es lograr la adhesión
al tratamiento y motivar con la capacitación y
actividades recreativas al compromiso del niño y
la familia con las exigencias que impone esta
enfermedad.
En
1993
marcha Oriana Díaz Barría, deja el Servicio
para ocupar uno de los cargos de enfermera
del Comité de Infecciones Intrahospitalarias. Su
incorporación fue relevante ya que se ha destacado
siempre por su enorme compromiso y capacidad
profesional, característica que favorecen no solo
optimizar el control de las infecciones y los
procedimientos invasivos al establecer un sistema
activo de vigilancia sino también las normativas
que nos rigen, capacitación y motivación del
equipo de salud en este tema, mejorando la
calidad de la atención de los pacientes.
Las enfermeras de Pediatría, respondiendo a su
estímulo, le dieron vida a dos manuales, requisito
para calificar en la Acreditación, “Proyecto de
Normas de Infección Intrahospitalaria Local”,
“Políticas y Manual de Organización de Enfermería”
que se sumaron a dos escritos en
1991
y
1992
“Manual de Cuidados Básicos del Niño
Hospitalizado” para facilitar la capacitación de la
madre y “Asistencia Nutricional Pediátrica”.
Otro hecho notable fue asumir en el año
1992
por
segunda vez el cargo de Supervisora de un Servicio
Clínico, al renunciar Gladis Solari A., después de
largos años de ejercerlo. No, no fue un hecho
notable solo un grano de arena en esta historia,
notable fue la puesta en marcha del
Comité de
Ética Clínica del Servicio de Pediatría
integrado
por el Jefe de Servicio doctor Francisco Barrera Q.,
como presidente, Constanza Letelier abogada, un
Pediatra, el Director del Departamento Universitario
y la Enfermera Supervisora. El funcionamiento
de éste Comité fue de gran utilidad permitiendo
aliviar el apremio emocional del equipo tratante
al respaldar la toma de decisiones médicas
complejas sobre bases éticas y legales, mejorando
también con su apoyo las relaciones del equipo de
salud y la familia del paciente.
Cumpliendo nuestras funciones administrativas,
técnicas, docentes y de investigación llegó el año
1996
. Los niños hasta el período, eran distribuídos
en las salas por edad y especialidad, un proyecto
presentado en un curso de gestión, abrió la
posibilidad de cambiar esta modalidad por un
Sistema de atención progresiva
que permitiera
una mejor distribución y utilización de los