

HIPERTENSIÓN / 2014 / VOL. 19
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generado por la actividad de la 11
β
-HSD1 en hígado y tejido graso visceral, lo que generaría un
hipercortisolismo a nivel pancreático y portal que explicaría algunas de las similitudes metabólicas
entre la obesidad y el síndrome de Cushing (hipercortisolismo)
(5)
. Una mayor producción esplácnica
de cortisol en la obesidad no se reflejaría a nivel sistémico ya que es metabolizado principalmente
a nivel hepático a sus tetrahidrometabolitos inactivos y podría explicar las diferencias fenotípicas
con el síndrome de Cushing
(7)
.
Debido a esto se ha planteado a la obesidad como un “síndrome de Cushing visceral”, donde el
hipercortisolismo generado a nivel local tendría un papel fundamental en la perpetuación de la
obesidad y en la patogenia de muchos trastornos metabólicos asociados. Esto abre un interesante
campo de investigación para un futuro tratamiento farmacológico de la hipertensión asociada a
la obesidad y el SM
(8)
.
2)Tumores suprarrenales, Cushing subclínico e HTA
En la década de los 90’, la prevalencia de lesiones suprarrenales no superaba el 1% en población
general. Con el uso frecuente de imágenes en diversas patologías abdominales, la llegada de
técnicas imagenológicas de mejor calidad y la mayor sobrevida global, la frecuencia con que
nos enfrentamos a esta entidad clínica ha aumentado significativamente, siendo más alta en
adultos mayores y alcanzando cifras de hasta un 10% de prevalencia en esta población. Si bien
clásicamente se describe que sólo un 5% de los incidentalomas suprarrenales correspondían a
lesiones productoras de cortisol, series recientes describen que la frecuencia de éstas alcanza cerca
de un 25% (incluyendo hipercortisolismo tanto clínico como subclínico). Los aldosteronomas sólo
dan cuenta de cerca de un 1% del total de incidentalomas suprarrenales.
¿Cómo estudiar un tumor suprarrenal?:
Ante la presencia de un tumor incidental, hay varias preguntas que surgen y que deben ser
respondidas para orientar la conducta a seguir. Por una parte, se debe diferenciar si la lesión
es de origen adrenocortical o no, lo que puede ser determinado en gran parte por las técnicas
de imagenología disponibles. El mismo fenotipo radiológico permite determinar con alto nivel
de certeza si la lesión es benigna o maligna, considerando elementos como el tamaño, bordes,
atenuación o el “washout” de contraste. Se sabe que lesiones pequeñas de bordes bien definidos,
hipodensas y con alto lavado de contraste tienen una alta probabilidad de corresponder a lesiones
benignas, como lo son los adenomas suprarrenales (Tabla 1).