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HIPERTENSIÓN / 2014 / VOL. 19

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NOVEDADES EN HIPERTENSIÓN ARTERIAL DE ORIGEN SUPRARRENAL

1) Desregulación de las hormonas suprarrenales en la hipertensión asociada a obesidad

La obesidad, especialmente la de tipo central, se asocia a una mayor prevalencia de patologías

crónicas, tales como hipertensión arterial (HTA), diabetes mellitus tipo 2 (DM2), insulino resistencia

(IR), hígado graso no alcohólico (HGNA) y dislipidemia entre otras, las que limitan las expectativas

y calidad de vida, representando un serio problema para la salud pública chilena y mundial.

(1)

La obesidad es de origen multifactorial, reconociéndose factores genéticos-epigenéticos,

metabólicos, ambientales y también factores endocrinos. En los últimos años se ha comprobado

que el tejido adiposo no sólo almacena lípidos, sino que secreta numerosas hormonas, siendo

el órgano endocrino de mayor tamaño del organismo

(1)

. El tejido adiposo, a diferencia de otras

glándulas endocrinas, puede aumentar o disminuir progresivamente de tamaño dependiendo de

un balance entre nuestra ingesta alimentaria, actividad física y nuestra predisposición genética.

Desde el punto de vista evolutivo, el desarrollo de tejido graso fue fundamental para sobrevivir

a las condiciones ambientales previas a la revolución industrial, y diametralmente opuestas a las

actuales, donde predominaba la escasez de alimentos y una mayor actividad física diaria. Así,

desde el punto de vista antropológico, los humanos somos el primate con mayor cantidad de

tejido graso ya que fue vital para desarrollar un mayor tamaño cerebral, mejorar la capacidad

reproductiva de la mujer y la sobrevida de los recién nacidos.

(2)

Los adipocitos secretan aldosterona

En los últimos años hemos aprendido que el tejido graso participa activamente en la modulación de

sistema renina-angiotensina-aldosterona. Dentro de las múltiples adipoquinas y factores secretados

por el tejido graso, se ha descrito que es capaz de producir angiotensina II a nivel local y factores

estimuladores sistémicos que aumentan la secreción de aldosterona suprarrenal

(3)

. Esto explica por

que la obesidad se ha asociado a mayores niveles de aldosterona, menores niveles de renina y, al

menos en parte, una mayor prevalencia de HTA. Recientemente, Briones et al demostraron que

el tejido adiposo era capaz de secretar aldosterona, poseía la enzima aldosterona sintasa presente

en la glándula suprarrenal y que su secreción paracrina tenía un rol en la disfunción vascular de

ratones obesos

(4)

. También estos mismos autores demostraron que la obesidad se asocia a mayores

niveles del receptor de mineralocorticoide lo que sugeriría una desregulación a nivel de ligando

y de receptor que tendría un rol patogénico en la hipertensión asociada a la obesidad y otros

trastornos cardiometabólicos (Figura 1).

Dr. Francisco Guarda

(1)

, Dra. Virginia Iturrieta

(1)

y Dr. René Baudrand

(1,2)

(1) Dpto. Endocrinología, Escuela de Medicina, Facultad de Medicina.

(2) Director Programa de Hipertensión Endocrina y Enfermedades Suprarrenales.

Escuela de Medicina. Facultad de Medicina. Pontificia Universidad Catolica de Chile.