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Guías de Práctica Clínica en Pediatría
transfusiones.Antecedentes familiares de casos de muerte precoz, infecciones severas, atopia,
enfermedades autoinmunes, neoplasias linforreticulares, drogadicción o factores de riesgo
para SIDA.
– Examen físico: Peso, talla, evaluación nutricional, pérdida de peso, presencia de amígdalas
y nódulos linfáticos, hepatoesplenomegalia, lesiones de piel, facies dismórfica y
malformaciones asociadas (cardiacas, esqueléticas).
Categorías diagnósticas
• Niño probablemente sano. El crecimiento y desarrollo son normales, el niño está generalmente
bien entre los episodios, el comienzo de la infección es reciente sin historia de cronicidad y
a menudo la situación ambiental es nueva (ingreso a sala cuna, más hermanos). La mitad de
los niños que consultan por infecciones recurrentes corresponden a este grupo y no se
encuentra una alteración de su respuesta inmune.
• Niño alérgico. El crecimiento y desarrollo son generalmente normales, los episodios de
enfermedad no son febriles y no responden a antimicrobianos, cada infección respiratoria
se acompaña de tos irritativa y a menudo están presentes antecedentes familiares de atopia
y algunos estigmas como arruga nasal alérgica, respiración bucal, facies adenoidea y tos
crónica. Aproximadamente el 30% de los pacientes que presentan infecciones recurrentes
tienen una enfermedad alérgica de base; en un centro especializado la principal causa de
neumonía recurrente corresponde a niños con síndrome sibilancias/asma y la rinitis crónica
es confundida con infecciones respiratorias altas recurrentes.
• Niño con enfermedad crónica o inmunosuprimido. Existe un retraso del crecimiento, las
infecciones son continuas y el agente suele no identificarse, en el examen físico pueden
aparecer anormalidades como distensión abdominal, estertores, hipocratismo digital o
dermatitis. Las causas más frecuentes de inmunodeficiencia secundaria son leucemias,
linfomas, otras neoplasias, tratamientos con inmunosupresores, uso de corticoides, trasplante,
insuficiencia renal crónica, diabetes, síndrome de Down, infección por VIH, SIDA. En
niños con infecciones recurrentes pulmonares y sinusales asociadas a malabsorción, anemia
o pólipos nasales, descartar fibrosis quística que tiene incidencia y prevalencia mayor que
las inmunodeficiencias primarias (IDP).
• Niño inmunodeficiente primario. Existe retraso del crecimiento, los ganglios linfáticos o
amígdalas pueden estar ausentes, las infecciones son en múltiples sitios y de diferente tipo,
pueden aislarse y cultivarse agentes inhabituales u oportunistas, las infecciones son graves
y a menudo presentan complicaciones. Entre los numerosos síndromes de IDP existen cuatro
que son frecuentes, comparten manifestaciones clínicas en cuanto al predominio de
infecciones respiratorias, se asocian con enfermedades alérgicas, tienen alteraciones de
inmunoglobulinas o anticuerpos y en muchos casos tienen un curso benigno, como son la
deficiencia selectiva de IgA, la hipogamaglobulinemia transitoria de la infancia, el déficit
de subclases de IgG y la deficiencia de anticuerpos específicos. Todas requieren estudio y
manejo por especialista.
Evaluación con exámenes
Parece útil un esquema (Figura 1) que consiste en descartar las causas anatómicas en
aquellos enfermos con infecciones predominantemente de una localización, luego considerar
una causa de inmunodeficiencia secundaria y aplicar el puntaje de Hosking (Tabla 1) que
pondera la gravedad, localización, etiología y frecuencia de los episodios infecciosos.