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Alergia a proteína de la leche de vaca
Eduardo Chávez C.
CAPÍTULO 8
Alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV) se refiere al conjunto de manifestaciones clíni-
cas, ligadas a una respuesta inmunoalérgica, desencadenada por una o más de las proteínas de la
leche. Esta base inmunológica es importante para diferenciar APLV de otras reacciones adversas
a alimentos en las que están involucrados otros mecanismos (tóxicos, farmacológicos, defectos
metabólicos). Ejemplos de esta categoría son la contaminación de alimentos por toxinas bacte-
rianas, deficiencia de lactasa, galactosemia, etc. Se calcula que 20% de la población occidental
refiere alguna intolerancia alimentaria.
El mecanismo inmunológico involucrado puede ser tanto IgE como no-IgE. En el caso de las
reacciones mediadas por IgE, la APLV puede ser una manifestación más de la condición atópica
que afecta a dicho paciente. El riesgo de atopia se incrementa si uno de los padres o hermanos
tiene atopia (20% a 40%) y aumenta aún más (40% a 60%) si ambos padres son atópicos. En
teoría, 3 a 4% de los adultos y 6 a 8% de los niños sufre de alguna alergia alimentaria. Datos no
publicados cifran en 4,8% la prevalencia de APLV en niños chilenos. La mayor prevalencia en niños
se explicaría por los antecedentes de atopia en los padres, inmadurez del tracto gastrointestinal,
déficit temporal de IgA, sobreexposición a antígenos intestinales, aumento de la permeabilidad
intestinal.
En general, los lactantes alimentados al pecho materno durante los primeros 4-6 meses de
vida, tienen un riesgo menor de desarrollar APLV que aquellos alimentados con fórmula artificial.
Patogenia
La APLV patogénicamente se presenta en tres formas
- La forma IgE mediada, caracterizada por inicio agudo y compromete uno o más órganos tar-
get, tales como piel (urticaria, angioedema), sistema respiratorio (rinoconjuntivitis y asma), y
tracto gastrointestinal (náusea, vómitos y diarrea).
- La forma mediada por células (no IgE), de inicio más retardado y crónico (enterocolitis, proc-
tocolitis).
- Una forma mixta (IgE, no IgE) (dermatitis atópica, gastroenteropatías eosinofílicas).
Cuadro clínico
No existen síntomas o signos patognomónicos de APLV, de ahí la importancia de una anam-
nesis detallada y examen físico prolijo.
La mayoría de los síntomas ocurren, aunque no siempre, dentro de las primeras semanas de
introducida la proteína de la leche de vaca. Las manifestaciones gastrointestinales descritas son:
náuseas, dolor abdominal, vómitos posprandiales, diarrea que se manifiesta 5 a 8 horas después
de la alimentación, sangre en deposiciones, gastritis, gastroenteritis, proctocolitis, constipación
crónica, cólicos que responden a la dieta de eliminación, falla de crecimiento. También puede
haber manifestaciones cutáneas como dermatitis atópica, eczema, urticaria, angioedema.
Entre las manifestaciones respiratorias descritas están la presencia de rinitis alérgica, asma,
edema laríngeo. Desde el punto de vista general puede expresarse como anafilaxis.
Diagnóstico diferencial
Debe considerar: enfermedades metabólicas, alteraciones anatómicas del tubo digestivo, enfer-
medad celíaca, insuficiencia pancreática, reacciones adversas no inmunológicas a otros alimentos.
Consideración especial merece la concomitancia entre APLV y otras condiciones como reflujo