

GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN PEDIATRÍA
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ña). El frenillo sublingual rara vez genera dificultades, siendo excepcional la necesidad de interve-
nirlo. El RN saliva poco y en caso de eliminación de importante secreción en la atención inmediata
debe sospecharse atresia esofágica. Debe prestarse especial atención a las características del llanto
del RN y lactante muy menor, esperando un llanto fuerte y vigoroso en condiciones normales. En
ocasiones puede apreciarse un quejido por cierre anticipado de la glotis, que es característico del
síndrome de dificultad respiratoria neonatal o un estridor inspiratorio sugerente de obstrucción de
vía aérea superior o inferior, o un llanto de tono alto sugerente de hipertensión intracraneana, o
un ruido como grito de gato en una anomalía del cromosoma 5 (cri du chat o síndrome de Lejeu-
ne). Es preocupante la ausencia de llanto dada su relación con enfermedad severa o discapacidad
intelectual. En el período de lactancia y niño preescolar, el examen de la faringe debe dejarse para
el final, dada la resistencia del niño a este examen. El pediatra debe practicar una técnica que sea
lo menos agresiva para el niño, aunque muchas veces se aprovecha el llanto del niño motivado
por la consulta y puede observarse paladar, itsmo de las fauces y faringe sin necesidad de depresor
lingual. Maduradas las glándulas salivales alrededor de los 3 meses, puede observarse una mayor
salivación, que puede incluso llegar al babeo. En algunos casos la madre refiere una salivación
abundante y reciente incluso con halitosis, en cuyo caso el pediatra debe sospechar estomatitis por
virus herpes simplex. Las encías que sangran con facilidad pueden hacer sospechar mala higiene
bucal, discrasia sanguínea o deficiencia de vitamina C. El análisis de la mucosa bucal, al igual que
en medicina interna puede estar asociado a varias patologías: Manchas de Koplik en el sarampión;
alteración del conducto de Stenon en la parotiditis; úlceras en la varicela; membranas blanquecinas
en candidiasis oral; enantema y labios rojos en la enfermedad de Kawasaki; angina de Duguet en
los pilares faríngeos en la tifoidea; angina de Plaut Vincent o “boca de trinchera” en la asociación
fusoespirilar (en encías y espacios interdentales). Ocasionalmente, pueden observarse lesiones trau-
máticas de diversa índole. El examen dental puede entregar información respecto a salud e higiene
oral, orden y aspecto del desarrollo dentario, anticipación o tardanza en su erupción, aunque esto
último guarda estricta relación con los antecedentes familiares. Hoy, dado el abandono de uso de
tetraciclinas en el embarazo e infancia temprana, es excepcional ver daño secundario de dentina
o esmalte. Dientes manchados, con fositas y esmalte opaco en la fluorosis. El aporte de hierro
o altos niveles de bilirrubina pueden teñir los dientes de verde. Debe evaluarse, además, daños
secundarios a uso prolongado de chupete o succión de pulgar, las características de la oclusión
dentaria, hábitos de respirador bucal, casos poco frecuentes de crecimiento excesivo de maxilar
inferior secundario a artritis temporomandibular o del maxilar superior en la anemia de Cooley
no tratada. Respecto a la lengua, ocasionalmente puede encontrarse macroglosia en el período
neonatal (aunque la mayoría de las veces es la cavidad bucal la pequeña) o lengua de fresa en la
escarlatina y la enfermedad de Kawasaki, la lengua geográfica o mapeada puede ser una clara
señal de paciente alérgico. Los surcos profundos o lengua escrotal no son significativos, siendo
de mayor trascendencia las fasciculaciones y fibrilaciones que suelen verse en enfermedades del
SNC, de nervios periféricos o enfermedad de Werdnig Hoffmann. Además, de hendiduras palati-
nas de grado variable, el paladar puede presentar petequias asociadas a faringitis, especialmente
de causa estreptocócica. La difteria fue una causa importante de compromiso palatino tardío
derivado del compromiso de pares craneanos. La presencia de úlceras poco profundas en pilares
y faringe posterior permite sospechar una herpangina por coxsackievirus A, diferenciándose de la
producida por virus herpes simplex, ubicadas en posición algo más anterior. Excepcionalmente,
aunque más frecuente hoy en día en los niños, puede apreciarse un absceso periamigdaliano que
puede constituir una urgencia pediátrica. La evaluación del tejido adenoideo es fundamental en-
tre los dos y cuatro años. Rara vez puede verse la epiglotis accidentalmente. En sospecha de una
epiglotitis el examen de la faringe debe ser en extremo cuidadoso, dado el peligro de obstrucción
completa de vía aérea o paro cardiorrespiratorio.
Cuello
En el RN el cuello es relativamente corto. Ocasionalmente puede observarse una posición la-
teralizada persistente del RN o lactante menor, sospechosa de tortícolis congénita o fibromatosis
colli, que puede confirmarse con una ecografía. La postura en opistótonos es un signo ominoso,
que indica irritación meníngea o secuela de kernicterus. Especial aspecto tiene el cuello en el