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www.neumologia-pediatrica.clratoria debida a este germen, por lo cual se considera un
patógeno nosocomial
(59)
.
Los estudios epidemiológicos de
M. catarrhalis
suelen
ser difíciles. Sin embargo, el interés clínico es relativamente
reciente, y muchos laboratorios no informan
M. catarrhalis
como un patógeno, especialmente cuando está presente otro
patógeno como por ejemplo,
S. pneumoniae
o
H. influenzae
.
Además, el aislamiento de
M. catarrhalis
a partir de esputos
se hace difícil por la presencia de neiserias no patógena, por
lo tanto, el uso de medios de cultivo selectivos podría ser
importante
(60)
.
Mycoplasma pneumoniae
Los micoplasmas son bacterias pequeñas y pleomorficas,
pertenecen a la familia
Mycoplasmataceae
. En la actualidad se
sabe que han evolucionado de ancestros Gram positivos tipo
Clostridios. Durante su evolución han perdido la pared celular
rígida, por lo que difieren de otras bacterias y no es posible
visualizarlas al microscopio con coloración de Gram, por lo
cual no responden al tratamiento con
β
-lactámicos
(48,61)
. La
célula individual está delimitada por una membrana trilaminar
compuesta de esteroles y su genoma es bastante pequeño,
hasta el punto de poseer el más pequeño de las Eubacterias
conocidas
(43)
.
M. pneumoniae
posee un orgánulo de adheren-
cia, que es una extensión delgada en un polo de la célula, con
un centro electrodenso y un botón terminal. Estas estructuras
forman parte del citoesqueleto del
Mycoplasma
, compues-
to por una red de proteínas. Agrupada en el extremo del
orgánulo de adherencia se encuentra una proteína de 169
kDa asociada con la membrana, denominada P1, que es
la principal citoadhesina que determina la adherencia a las
células blanco. Como la citoadherencia es el primer paso
para la infección de las superficies mucosas susceptibles, estas
proteínas representan verdaderos factores de virulencia
(43)
.
La supervivencia de
M. pneumoniae
inicialmente depende
de la citoadherencia al epitelio respiratorio del huésped. Des-
pués de la adhesión, se multiplica con el fin de establecer una
infección, que implica colonización e inflamación adicional de
otros tejidos. Actúa localmente causando destrucción tisular
y parece producir la mayoría de sus cambios fisiológicos y
citolíticos mientras permanece en el espacio extracelular.
Elabora productos citotóxicos como peróxido de hidrógeno
y anión superóxido, y su acumulación es la probable causa
de la toxicidad celular. La parálisis de los cilios respiratorios,
otra consecuencia de la infección por este microorganismo,
podría explicar la tos irritante que frecuentemente persiste
por días o semanas después de la recuperación de la enfer-
medad aguda
(62)
.
Aunque más de 200 especies de
Mycoplasmas
se han
descubierto en los animales y el hombre, hasta la fecha exis-
ten 16 especies reconocidas como patógenos humano; de
ellos
M. pneumoniae
es el patógeno más importante y por
tanto el más estudiado. La infección por este germen muestra
una variedad de manifestaciones clínicas, que van desde la
infección asintomática hasta neumonía letal pudiendo tener
manifestaciones extrapulmonares. La neumonía por este
agente ha sido reportada en 10 a 40% de los casos de NAC,
y los niños son el grupo más susceptible
(63,64)
. Sin embargo,
la proporción de casos aumenta significativamente durante el
verano en países con clima templado, debido a una menor
incidencia de otros patógenos
(65)
.
Casi todas las infecciones causadas por
M. pneumoniae
son relativamente leves e incluyen faringitis, traqueobronqui-
tis, bronquiolitis y
crup
. Las manifestaciones clínicas se desa-
rrollan gradualmente, en un período de varios días. En menos
del 10% de los casos el cuadro clínico evoluciona a NAC
(66)
.
Chlamydophila pneumoniae
Es una bacteria pequeña con estructura similar a las bacterias
Gram negativas, pertenece a la familia
Chlamydiaceae
, intra-
celular obligado de células de mamíferos y aves. Pertenece
al grupo de patógenos llamados “atípicas”. Posee un ciclo
de vida único en el que se distinguen dos formas, el cuerpo
elemental metabólicamente inactivo, con capacidad infec-
tante que puede encontrarse extracelularmente y el cuerpo
reticular metabólicamente activo, intracelular. Puede causar
enfermedad invasiva mediante la internalización del cuerpo
elemental por endocitosis después de reconocer un receptor
específico. Se localiza en una vacuola citoplasmática, en el in-
terior de la cual se transforma en un cuerpo reticular, que se
replica por fisión binaria y se transforma de nuevo en cuerpos
elementales, estos salen de la célula con o sin la destrucción
de la misma
(43,48)
.
Se ha demostrado que la infección por
C. pneumoniae
se
encuentra distribuida en todos los grupos de edad y zonas
geográficas. Debido a la dificultad de establecer una estrategia
diagnóstica eficaz, las estimaciones de la frecuencia de este
microorganismo en NAC varían de 0 a 44%. Este agente
puede diseminarse entre las familias y los grupos sociales
cercanos. El papel de la colonización o estado de portador
no es claro
(67)
.
En los adultos, estos patógenos se asocian comúnmente
con síntomas no respiratorios y con enfermedad pulmonar
bilateral, en comparación con la presentación clásica de la
neumonía lobar neumocócica; además, de la infección asin-
tomática, la presentación clínica habitual de la infección por
C.
pneumoniae
es significativa en los niños y cursa con neumonía
leve indistinguible de las causadas por otros organismos. No
parece causar “neumonía atípica”, como en los adultos. La
enfermedad grave y el derrame pleural son raros en niños
inmunocompetentes. La infección por
C. pneumoniae
puede
ser responsable de hasta 20% de las presentaciones con el
síndrome torácico agudo en niños con anemia falciforme
(67)
.
Ha sido difícil esclarecer el papel de la infección por
C.
pneumoniae
en la enfermedad aguda de las vías respiratorias
inferiores, muchos estudios por métodos serológicos o
métodos directos han identificado en el contexto de la en-
fermedad asociación con otro patógeno respiratorio
(68)
. Los
estudios sobre diagnóstico de la infección por
C. pneumoniae
son difíciles de interpretar. No existen pruebas gold estándar
disponibles y se han aplicado diferentes técnicas con resulta-
dos muy discordantes. Además, las técnicas microbiológicas
para identificar el microorganismo directamente en muestras
clínicas siguen siendo rudimentarias
(67)
.
En conclusión, los virus respiratorios, principalmente el
VRS es el germen más importantes como agente etiológico
de NAC entre los lactantes. Las bacterias más frecuentemen-
te identificadas son:
S. pneumoniae
y
M. pneumoniae
. Debido
Etiología de las neumonías adquiridas en comunidad en la población infantil - Morales O. et al
Neumol Pediatr 2013; 8 (2): 53-65.