Neurología
Hipertensión intracraneal idiopática causa pérdida visual severa en hombres
Aunque la hipertensión intracraneal idiopática (HII) normalmente se produce en mujeres jóvenes y/o obesas, también se ha observado en los hombres. El pronóstico de la condición es variable, con una pérdida visual severa que ocurre hasta en un 10% de los pacientes. Aunque existen escasos estudios que hayan evaluado específicamente las diferencias de género en la HII, se ha sugerido que los hombres con la enfermedad pueden tener resultados visuales más graves.
El objetivo de esta investigación realizada por el doctor Beau Bruce de la Universidad Emory en Atlanta (Estados Unidos) y colegas fue comparar las características de la HII en hombres en comparación a las mujeres. Se examinaron registros médicos de todos los pacientes provenientes de tres hospitales universitarios, además, se analizaron factores demográficos y la función visual al inicio y durante el estudio. Para las comparaciones estadísticas, las personas fueron divididas en dos grupos por razón de género.
Se incluyeron 721 pacientes, de los cuales 66 eran hombres (9%) y 655 mujeres (91%). Los hombres fueron más propensos de sufrir apnea del sueño (24% versus 4%, p < 0,001) y tener más edad (37 versus 28 años, p = 0,02). Para los primeros síntomas de HII, los hombres informaron de menos dolores de cabeza (55% versus 75%, p < 0,001) pero de más problemas visuales (35% versus 20%, p = 0,005). Los primeros siguieron teniendo menos cefaleas (79% versus 89%, p = 0,01) en la primera evaluación neuro-oftalmológica. La agudeza y el campo visual eran significativamente peor en los hombres. El riesgo relativo de una pérdida visual grave para los hombres en comparación a las mujeres fue de 2,1 (IC del 95%: 1,4-3,3, p = 0,002) para un ojo y 2,1 (IC del 95%: 1,1-3,7, p = 0,03) para los dos ojos. La regresión logística confirmó al género como un factor de riesgo independiente para una pérdida visual más severa.
En conclusión, los hombres con hipertensión intracraneal idiopática tienen el doble de probabilidades que las mujeres de desarrollar una grave pérdida visual. Hombres y mujeres tienen diferentes perfiles de manifestación, que podrían representar las diferencias sintomatológicas entre géneros. Por consiguiente, los hombres probablemente necesiten un control más estricto en relación con la función visual.
