Oftalmología
La atropina no produce astigmatismo en niños
La atropina tópica se utiliza para retrasar la progresión de la miopía desde el siglo 19. Se han realizado varios estudios recientes que han validado su eficacia. Sin embargo, el mecanismo exacto de cómo la atropina, un antagonista muscarínico específico, inhibe la progresión de la enfermedad, es aún incierto. Se cree que la atropina y otros antagonistas muscarínicos puedan tener efectos sobre la bioquímica de la retina o de la esclera, que a su vez tendría un resultado sobre la remodelación de la esclera que acompaña el crecimiento del ojo.
El objetivo de este estudio realizado por docentes del Instituto en Investigaciones para el Ojo de Singapur fue determinar si la atropina tópica, que se utiliza para retrasar el alargamiento de la longitud axial de la miopía y la progresión, tiene algún efecto sobre negativo como el astigmatismo ocular. Los datos se obtuvieron de individuos inscritos en el estudio ATOM (Atropine in the Treatment Of Myopia) y posteriormente fueron analizados. 400 niños miopes (con edades comprendidas entre 6-12 años) se asignaron al azar a la administración de atropina 1% o a placebo diariamente a un ojo por 2 años. Los errores refractivos se dividieron según el poder de los vectores J0 y J45.
El astigmatismo aumentó en 0.12-0.16 D por año en ambos grupos. No se observaron diferencias entre los grupos (p = 0,182). El aumento se reflejó en un incremento del astigmatismo corneal de 0.10-0.13 D por año, lo que sugiere que la mayor parte de la variación estuvo en la naturaleza de la córnea. En el tiempo, aumentó el vector J0 y no se observó algún cambio en el vector J45. El cambio en el vector J0 fue significativamente mayor en los tratados con atropina versus los ojos no tratados durante los 2 años de manejo (p = 0,011), pero esta diferencia desapareció después de detener la aplicación del medicamento.
Se concluye que el uso diario de atropina durante más de 2 años no tiene ningún efecto clínicamente significativo sobre el astigmatismo.
