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08 Octubre 2003

Infectología

Azitromicina: macrólido de elección en Fibrosis Quística asociada a Pseudomona aeruginosa

Azitromicina produce una notable mejoría y beneficios en la calidad de vida de pacientes con fibrosis quística crónica, infectados con Pseudomonas aeruginosa.

Los pacientes con fibrosis quística (FQ) presentan continuas infecciones del tracto respiratorio, además de un proceso inflamatorio anormal, circunstancias que intervienen de manera crítica en el deterioro de la función pulmonar.

La azitromicina es un macrólido que presenta un amplio espectro antibacteriano que permite erradicar muchos de los microorganismos causantes de infecciones de las vías aéreas, junto con poseer un efecto antiinflamatorio asociado a la administración del fármaco a largo plazo. Ya la evidencia sugería que son los antibióticos macrólidos los que resultaban más beneficiosos en pacientes con esta enfermedad.

En un estudio reciente publicado por la revista JAMA (2003; 290:1749-1756) se describió un ensayo multicéntrico, randomizado, doble ciego y paclebo-controlado, realizado desde diciembre de 2000 a mayo de 2002, en 23 centros asistenciales de los Estados Unidos, todos debidamente acreditadas por la “Cystic Fibrosis Fundation” americana. Ingresaron 251 pacientes al ensayo, 185 de los cuales fueron diagnosticados con fibrosis quística, 74% del total, con edad igual o superior a 6 años e infección crónica por Pseudomonas aeruginosa superior a 12 meses. Los otros 66 participantes fueron descartados por criterios de exclusión.

Así, los 185 pacientes fueron aleatorizados en dos grupos. El grupo de intervención (n=87) recibió 250 mg (peso < 40 kg) o 500 mg (peso > 40 kg) de azitromicina oral tres días a la semana durante 6 meses, por su parte el grupo de control (n=98) recibió placebo en el mismo lapso de tiempo. Los resultados principales a evaluar por los autores se centraron en los cambios del VEF1 desde el día 0 hasta el término de la terapia, día 168, y la determinación de la seguridad, tanto del esquema de tratamiento, como del principio activo. Valoraciones secundarias fueron las exacerbaciones y la ganancia de peso.

Los resultados publicados por el JAMA, mostraron una mejoría significativamente superior del VEF1 en los pacientes del grupo tratado con azitromicina, comparados con los del grupo placebo y el riesgo de exacerbaciones fue también significativamente menor en el primer grupo. Respecto del peso, su aumento fue de un 0.7 Kg más, como promedio, en relación al grupo placebo.

Finalmente, la mayoría de los efectos adversos fueron descritos como medios a moderados en intensidad y estadísticamente no significativos al compararlos con los pacientes que no habían ingerido azitromicina.

Fuente bibliográfica

JAMA 2003; 290:1749-1756

Ciencia y Medicina

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