Cirugía
El dolor persiste años después de la mastectomía
El dolor persistente y las alteraciones sensoriales después del tratamiento quirúrgico del cáncer de mama es un problema clínico considerable. Los mecanismos patogénicos son complejos y pueden estar relacionados con las características del paciente, la técnica quirúrgica y la terapia adyuvante.
Esta investigación liderada por Rune Gärtner (Universidad de Copenhague, en Dinamarca) examinó la prevalencia y los factores asociados con el dolor persistente después del tratamiento quirúrgico del cáncer de mama. Se consideraron un total de 3.754 mujeres entre 18 y 70 años que recibieron cirugía y terapia adyuvante entre el 1 de enero 2005 y el 31 de diciembre de 2006. A cada una de ellas se les aplicó un cuestionario entre enero y abril de 2008. Finalmente, se obtuvieron datos de prevalencia, ubicación, severidad del dolor y alteraciones sensitivas, que permitieron calcular los riesgos respecto a la edad, técnica quirúrgica, quimioterapia y radioterapia.
A junio de 2008, 3253 de 3754 mujeres (87%) respondieron la encuesta. Un total de 1543 pacientes (47%) reportaron dolor, donde 201 (13%) correspondían a dolor severo, 595 (39%) dolor moderado y 733 (48%) dolor leve. Los factores asociados con el dolor crónico incluyeron la edad de la joven (18-39 años: R, 3,62; intervalo de confianza del 95% [IC]: 2.25-5.82, p < 0.001) y la radioterapia adyuvante (R 1.50, IC del 95%, 1.08-2.07, p = 0.03), pero no la quimioterapia (R 1,01; IC del 95%, 0.85-1.21, p = 0.91). La disección de los ganglios linfáticos axilares (vaciado axilar) se ligó con una mayor probabilidad de dolor (R: 1,77, IC del 95%, 1.43-2.19, p < 0.001) en comparación con la disección de los ganglios linfáticos centinela. Las alteraciones sensoriales se relacionaron con edad joven (18-39 años: R 5,00, IC del 95%, 2.87-8.69, p < 0.001) y vaciado axilar (R 4.97, IC del 95%, 3,92-6,30, P < 0.001). Las quejas de dolor en otras partes del cuerpo se asociaron con mayor riesgo de dolor en el área quirúrgica (P < 0.001).
En conclusión, dos a 3 años después del tratamiento del cáncer de mama, el dolor persistente y las alteraciones sensoriales siguen siendo problemas clínicamente significativos en mujeres sometidas a cirugía.
Temas Relacionados
