Neurología
Dormir poco aumenta la depresión y ansiedad
Alrededor del 25% de los jóvenes adultos se ven afectados por trastornos psicológicos, un reflejo de mala salud mental que incluye síntomas de desánimo y ansiedad en un momento determinado. Una proporción considerable de las personas con dificultad llegan a desarrollar trastornos mentales más graves, episodios recurrentes y secuelas negativas asociadas, incluyendo intentos de suicidio y la dependencia de asistencia social. Existe un aumento en las tasas de trastornos psicológicos en los adultos jóvenes en los últimos decenios, que sigue siendo inexplicable. Sin embargo, la persistencia y recurrencia de la angustia es un fuerte predictor de un curso más crónico de la depresión y como tal, un objetivo para la intervención temprana, ya que la mayoría de estos problemas surgen después del año de pubertad.
Este estudio prospectivo tuvo como principal objetivo responder si la duración del sueño es independiente de la angustia psicológica, además, si es capaz de predecir su aparición y persistencia en 20.822 adultos jóvenes de 17 a 24 años de edad. Una muestra aleatoria (n = 5000) se consideró para el seguimiento de 12-18 meses más tarde, con 2937 individuos que finalmente proporcionaron todos los datos.
La falta de sueño se asoció linealmente con malestar psicológico frecuente: riesgo relativo (RR) 1.14 (IC del 95%: 1,12 a 1,15). Los que dormían menos de 5 horas tenían un mayor riesgo de trastornos psicológicos (RR 3,25 [IC del 95% 1,84, 5,75]). De los 945 participantes que reportaron angustia psicológica al inicio del estudio, 419 (44%) la mantuvieron durante el seguimiento. Cada hora menos de sueño aumentó la presencia de trastornos psicológicos, los cuales persistieron después del ajuste para posibles variables de confusión: RR 1,05 (IC del 95%: 1,01 a 1,10). Largos períodos de sueño no mostraron ninguna relación con las alteraciones psicológicas.
En conclusión, en adultos jóvenes, patrones de sueño muy cortos están linealmente relacionados con la presencia y persistencia de angustia psicológica. Además, las personas que duermen muy poco presentan mayor peligro de reiterados síntomas ansiosos.
