Cirugía
Portoenterostomía retrasa la necesidad de trasplante hepático
La presencia de atresia biliar (AB), la causa más común de enfermedad hepática neonatal, genera la obstrucción del tracto biliar y fibrosis hepática. La portoenterostomía (PE) de Kasai es la primera intervención quirúrgica que se realiza y, si tiene éxito, restaura y preserva el drenaje del hígado nativo. El fracaso termina en el trasplante de hígado, pero debido a sus complicaciones relacionadas, las estrategias de tratamiento para salvar el hígado original pueden ser muy beneficiosas.
Alexander J. Bondoc y colaboradores (Universidad de Cincinnati en Estados Unidos), determinaron si la portoenterostomía (PE) en pacientes afectados por atresia de vías biliares era opción de tratamiento viable y, en caso afirmativo, identificar quienes se pueden beneficiar. Los autores realizaron una revisión retrospectiva de registros médicos de pacientes con diagnóstico de AB a partir del año 1983, y registraron sus datos demográficos, los síntomas, indicaciones para la revisión, los valores de laboratorio, y los resultados. Finalmente, se identificó una cohorte de pacientes sometidos a revisión después de la primera PE. Las tasas de supervivencia se evaluaron utilizando el método de Kaplan-Meier.
De los 181 niños sometidos a PE, 24 fueron sometidos a revisión. El adecuado drenaje biliar, como lo demuestran los niveles normalizados de bilirrubina conjugada, se logró en el 75% de los pacientes. La supervivencia global en niños que se sometieron a revisión, independientemente del trasplante, fue del 87%. Entre los pacientes con revisión de PE, el 46% sobrevivió con su hígado nativo.
En conclusión, la portoenterostomía puede retrasar la necesidad de trasplante de hígado, generando resultados alentadores para los pacientes.
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