Epidemiología
Consumo moderado de alcohol no protege la función cognitiva
En general, los estudios de observación muestran que el consumo moderado de alcohol se asocia con una mejor función cognitiva. Tales análisis son vulnerables a la confusión residual derivada de las diferencias sistemáticas entre este tipo de bebedores y otros grupos de evaluación.
Docentes de la Facultad de Medicina de la Universidad de Hong Kong realizaron una investigación de asignación al azar en una población en el que el consumo de alcohol era baja a moderada e influido por el genotipo, con tal de aclarar el efecto causal de dicho hábito sobre la función cognitiva. Los autores utilizaron el genotipo (AA, GA o GG) de la aldehído deshidrogenasa 2 (ALDH2) como una variable fundamental en dos etapas de análisis para obtener estimaciones no sesgadas de la relación entre la ingesta de alcohol (medido en unidades de alcohol (10 g de etanol) por día) y el desempeño cognitivo, evaluado en base a la puntuación de retraso en el recuerdo de 10 palabras (n = 4.707) y el examen cognoscitivo mini-mental (MMSE) (n = 2.284).
El genotipo ALHD2 se asoció fuertemente con el consumo de alcohol, con un F estadístico de 71,0 en las dos etapas de análisis. La ingesta de alcohol no se relacionó con la puntuación de retraso en el recuerdo de 10 palabras (-0,03 palabras por unidad de alcohol, intervalo de confianza del 95%: -0,18, 0,13) o la puntuación MMSE (0,06 puntos por cada unidad de alcohol, intervalo de confianza del 95%: -0,22, 0,34).
En conclusión, el beber moderadamente alcohol es poco probable que sea cognitivamente protector.
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