Psiquiatría
Mejoras nutricionales optimizan el funcionamiento del cerebro
Una deficiente nutrición prenatal ha sido asociada con trastornos del espectro esquizofrénico en los Países Bajos y en China, y se ha sugerido que factores nutricionales perinatales y postnatales conducen al progreso de la esquizofrenia y la exhibición de rasgos esquizotípicos en el futuro. No parece haber ninguna investigación previa sobre la existencia de posibles factores que puedan regular la relación entre la malnutrición y los trastornos del espectro esquizofrénico o si esta asociación es directa.
Los autores (Departamento de Psicología de la Universidad de York, Heslington, Reino Unido) probaron la hipótesis que un bajo coeficiente intelectual (CI) modula la relación entre la desnutrición en la primera infancia y el trastorno esquizoide de la personalidad en la adultez. 1.795 niños y niñas fueron seguidos de forma prospectiva y se evaluaron indicadores objetivos de desnutrición (baja talla y anemia) a los 3 años. La inteligencia verbal y el rendimiento se analizaron a los 11 años, y la personalidad esquizotípica a los 23 años.
El retraso del crecimiento y anemia a los 3 años se relacionaron con bajo coeficiente intelectual a los 11. Un menor índice de inteligencia a los 11 años se asoció con un aumento de la personalidad esquizotípica a los 23. Se observó que el bajo rendimiento del CI mediaba la relación entre la mala nutrición a los 3 años y las características interpersonales y de desorganización de la esquizotipia a los 23 años. Los hallazgos en las mujeres participantes fueron replicados en los participantes masculinos.
En conclusión, teniendo en cuenta que la mala nutrición es un factor de riesgo modificable, estos resultados sugieren que las mejoras nutricionales pueden optimizar el funcionamiento del cerebro y posiblemente reducir algunas de las características del trastorno esquizotípico de la personalidad.
