Gastroenterología
Mastocitos serían los responsables del dolor en la pancreatitis crónica
Aunque el dolor es un síntoma persistente en la mayoría de los pacientes con pancreatitis crónica, su base neurobiológica aún no está bien documentada. En el pasado, los investigadores se han centrado en el papel de las anormalidades anatómicas tales como la estrechez del conducto pancreático o de los conductos intra-parenquimales. Sin embargo, las técnicas de descompresión mecánica como la colocación de un stent endoscópico o alguna pancreatojejunostomía quirúrgica no suelen proporcionan una solución permanente al dolor. Recientemente, las investigaciones han comenzado a preocuparse en la función de los neurotransmisores y de las neurotropinas (sustancia P y factor de crecimiento nervioso) con papeles conocidos o sospechados en la señal nociceptiva reportando una expresión creciente de varios de ellos en páncreas de pacientes con pancreatitis crónica dolorosa. Los mastocitos también aumentan tanto en la pancreatitis aguda como en la crónica pero su función en la generación de dolor no se ha estudiado.
Investigadores de la Universidad de Texas (Texas, Estados Unidos), examinaron la asociación del dolor con los mastocitos en autopsias de pacientes con pancreatitis crónica dolorosa. Los tejidos con diagnóstico histológico de pancreatitis crónica fueron analizados y los expedientes clínicos se estudiaron para la presencia o ausencia de dolor en seres humanos. Seguidamente, los mastocitos fueron cuantificados. Los seres humanos con pancreatitis crónica dolorosa demostraron un aumento de 3.5 veces en mastocitos pancreáticos, predominantemente en áreas intersticiales, con respecto a los individuos con pancreatitis crónica sin dolor.
En conclusión, los seres humanos con pancreatitis crónica dolorosa tienen un número mayor de mastocitos con respecto a pacientes con pancreatitis crónica sin dolor. Estas células pueden desempeñar un importante papel en la patogénesis del dolor durante la pancreatitis crónica.
Fuente bibliográfica
BMC Gastroenterol. 2005 Mar 3; 5(1):8