Cardiología
Seguridad y eficacia de la cirugía bariátrica en obesos con enfermedad coronaria
El predominio del exceso de peso y de obesidad está aumentando asombrosamente en todo el mundo. Este incremento se asocia a más mortalidad y acontecimientos cardiovasculares. Recientes datos sugieren que el aumento de peso es el factor de riesgo cardiovascular más frecuente en los pacientes con infarto de miocardio y que su prevalencia ha aumentado en el tiempo. Los mecanismos por los que la mayor cantidad de grasas en el cuerpo afectan al sistema cardiovascular incluyen no solamente un efecto indirecto sobre el sistema vascular con factores de riesgo tales como dislipidemia, hipertensión, apnea obstructiva del sueño y resistencia a la insulina, sino que también niveles crecientes de leptina, inflamación sistémica y un alto volumen de ácidos grasos libres con efectos lipotóxicos sobre las células del miocardio. La Asociación Americana de Cardiología declaró a la obesidad un factor de riesgo cardiovascular independiente, y sus pautas recomiendan manejar el peso en pacientes con enfermedad coronaria cuando excedan un índice de masa corporal (IMC) de 25 kg/m2.
Francisco López-Jiménez y colaboradores de la Escuela de Medicina de la Clínica Mayo, Rochester, Estados Unidos, determinaron la seguridad y eficacia de la cirugía bariátrica en pacientes obesos con enfermedad arterial coronaria (EAC), entre 1995 y el 2000. Se compararon los índices de las complicaciones cardiovasculares y mortalidad de 52 pacientes con (EAC) versus 507 pacientes sin EAC. La eficacia de la cirugía bariátrica fue evaluada por los cambios en el peso y de otros factores de riesgo cardiovasculares.
En ningún grupo hubo muertes. Tres pacientes con enfermedad arterial coronaria (5.8%; IC del 95%, 0%-12.2%) y 7 pacientes sin EAC (1.4%; IC del 95%, 0.4%-2.4%) presentaron complicaciones cardiovasculares (P = 0.06). Después de 2.5 años, los siguientes valores disminuyeron postoperatoriamente (todos en P < 0.001): peso, de 147±36 kg a 103±22 kg; IMC, de 50±11 kg/m2 a 36±9 kg/m2; glucosa sérica, de 149±52 mg/dL a 113±31 mg/dL; hemoglobina glicosilada, de 9%±3% a 6%±2%; y presión arterial, de 142/82 mm Hg a 132/73 mm Hg. El colesterol LDL disminuyó de 116±31 mg/dL a 75±26 mg/dL, y los triglicéridos bajaron de 198±85 mg/dL a 119±52 mg/dL (P < 0.01 para ambos).
En conclusión, la cirugía bariátrica debe ser considerada para tratar a pacientes con enfermedad arterial coronaria y obesidad de clase II o III.
Fuente bibliográfica
Mayo Clin Proc. 2005 Sep; 80(9):1157-1162