Neurología
Botox sería seguro para la cefalea crónica
Más del 70% de los pacientes con dolor crónico diario de cabeza experimentan previamente migrañas intermitentes que progresan a dolores de mayor frecuencia y/o duración. Este cambio de episodio al dolor crónico puede implicar alteraciones progresivas del sistema nociceptivo central, y la evidencia preliminar sugiere que la jaqueca repetitiva pueda dar lugar a daño recurrente y a alteraciones estructurales, produciendo un menor umbral para futuros ataques. Los tratamientos preventivos son necesarios para reducir la frecuencia y/o severidad de los dolores, disminuir la progresión de la enfermedad y la necesidad de medicación, y reducir el sobre uso potencial de medicamentos. Muy pocos estudios bien diseñados han evaluado el tratamiento profiláctico del dolor crónico de cabeza. Hasta la fecha, ninguna droga ha recibido la aprobación para la prevención de los dolores en pacientes con migraña y dolor crónico diario. Numerosos agentes se utilizan para el tratamiento profiláctico, estas clases incluyen beta-bloqueadores, bloqueadores de los canales de calcio, antagonistas de la serotonina, antidepresivos, antiinflamatorios no esteroidales y antiepilépticos. En general, éstos ofrecen limitada eficacia y poca tolerabilidad debido a los acontecimientos adversos.
Por otra parte, resultados de varios ensayos clínicos sugieren que la toxina botulínica tipo A (Botox) puede ser una medicación preventiva, eficaz y segura. Investigadores de la Universidad Thomas Jefferson en Filadelfia (Estados Unidos), realizaron un estudio para evaluar la seguridad y la eficacia de 3 diversas dosis de la toxina botulínica tipo A como tratamiento profiláctico para la migraña y el dolor crónico de cabeza. El ensayo de selección al azar, doble ciego, placebo-controlado, fue conducido desde julio de 2001, a noviembre de 2003, en 28 centros norteamericanos. 702 pacientes fueron inyectados con concentraciones de botox de 225 U, 150 U, 75 U, o placebo. Los pacientes se observaron cada 30 días durante 9 meses. La eficacia se evaluó según frecuencia de días libres de dolor al día 180.
Las mejoras en el día 180 de 6.0, 7.9, 7.9, y 8.0 días sin dolor de cabeza por mes fueron observadas tanto en el grupo tratado con 225 U, 150 U, 75 U de botox, como en el placebo (P = 0.44). Un análisis estadístico sobre la frecuencia del dolor de cabeza reveló que el botox en 225 U o 150 U presentaba notoriamente mejores resultados respecto al placebo al día 240 (-8.4, -8.6, y -6.4, respectivamente; P = 0.03 análisis de covarianza). Sólo 27 de 702 pacientes (3.8%) se retiraron del estudio debido a acontecimientos adversos, que fueron generalmente transitorios y suaves.
En conclusión, aunque en general el objetivo final de eficacia no fue resuelto, todos los grupos respondieron al tratamiento. Los grupos de 225 U y 150 U experimentaron una mayor disminución de la frecuencia del dolor de cabeza comparado con placebo en el día 240. La respuesta al placebo fue más alta que la esperada. La toxina botulínica tipo A es segura y bien tolerada.
Fuente bibliográfica
Mayo Clin Proc. 2005 Sep; 80(9):1126-1137