Oftalmología
Altas dosis de omega-3 no mejoran la agudeza visual
Sin embargo, ingerir elevadas concentraciones de ácidos grasos omega-3 es seguro y bien tolerado. Además, dada su importancia en la enfermedad cardíaca, el índice omega-3 puede desempeñar un papel importante para la evaluación del riesgo y proporcionar una diana terapéutica en la DMAE.
La degeneración macular relacionada con la edad (DMAE) es la principal causa de la pérdida de visión, sobre todo en personas de mayores de 65 años. Las principales características en sus primeras etapas son el drusen macular, que son acumulaciones de material extracelular ya sea bajo el epitelio pigmentario de la retina o debajo de la retina neurosensorial, así como la presencia de pequeñas áreas de hipopigmentación o hiperpigmentación en el epitelio pigmentario de la retina. Recientes datos sugieren que una dieta rica en ácidos grasos omega-3, particularmente de ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA), podría tener un efecto protector contra la DMAE y otras enfermedades degenerativas de la retina.
Adam T. Gerstenblith y colegas (Instituto de Retina Wills Eye, en Filadelfia, Estados Unidos), evaluaron los efectos de altas dosis de suplementos orales de omega-3 a través de un electrorretinograma y el índice omega-3 en pacientes con DMAE. Se analizaron 34 ojos de 17 individuos mayores de 50 años de edad que habían recibido suplementación oral con 4 g de omega-3 de forma diaria (840 mg de ácido eicosapentaenoico/2520 mg de ácido docosahexaenoico) durante 6 meses. El principal resultado medido incluyó la mejor agudeza visual corregida según el estudio sobre el tratamiento precoz de la retinopatía diabética, cambio en N1 y P1 en las pruebas de electrorretinográfica multifocal, y el cambio sérico del índice omega-3.
La media basal de la mejor agudeza visual corregida según el estudio sobre el tratamiento precoz de la retinopatía diabética era de 77 letras (equivalente Snellen de 20/32). No hubo cambios estadísticamente significativos en la agudeza visual (P = .12) o la función de la retina según las pruebas de electrorretinográfica multifocal. El valor sérico del índice omega-3 aumentó en un 7,6% durante el curso del estudio (p <.001). Las limitaciones incluyeron la duración relativamente corta de la investigación y el número reducido de participantes.
En conclusión, a corto plazo, la suplementación con altas dosis de ácidos grasos omega-3 no da lugar a cambios medibles en la agudeza visual o la función retiniana cuando se utilizan pruebas de electrorretinográfica multifocal. Los suplementos con 4 g de ácidos grasos omega-3 generan un aumento significativo en suero de omega-3 en pacientes con degeneración macular relacionada con la edad, pudiendo proporcionar una útil medida clínica en futuros estudios.
