Alteraciones del sueño en adultos por uso nocturno de pantallas
La exposición diaria a estos dispositivos antes de dormir, se vincula con una disminución de la calidad del sueño y cerca de 50 minutos menos de descanso semanal, afectando más a las personas con cronotipo nocturno.
Un sueño adecuado y de calidad es fundamental para mantener una buena salud. Sin embargo, en las últimas décadas, tanto la duración como la calidad del sueño han disminuido, y alrededor de un tercio de los adultos no logra cumplir con la recomendación de dormir entre 7 y 9 horas por noche. La luz es un factor ambiental clave que influye en el ciclo de sueño-vigilia. El uso de pantallas electrónicas antes de acostarse puede alterar los ritmos circadianos, lo que resulta en un sueño deficiente.
Investigadores de la Sociedad Americana Contra el Cáncer y de la Universidad de Washington, en EE. UU., analizaron la relación entre el uso de pantallas antes de dormir y los resultados del sueño en adultos.
Este estudio transversal se llevó a cabo utilizando una cohorte prospectiva de 122.058 individuos, con una edad promedio de 56 años, de los cuales el 80% eran mujeres. Los participantes provenían de 35 estados de EE. UU. y Puerto Rico. Se recopiló información sobre los patrones de sueño-vigilia autoinformados, la calidad del sueño y el cronotipo. Se calcularon las diferencias medias en la duración del sueño y la hora de acostarse, así como las razones de prevalencia de la calidad del sueño en relación con el uso de pantallas. Además, se analizó si estas asociaciones variaban según el cronotipo.
El 57,9% de los participantes tenía un cronotipo matutino y el 41,2% usaba pantallas a diario antes de dormir, mientras que el 17,4% no las usaba. Comparado con quienes no usaban pantallas, el uso diario se asoció con un 33% más de mala calidad del sueño y 7,64 minutos menos de descanso en días laborables. Esta relación fue más fuerte entre los que tenían un cronotipo nocturno, que durmieron 8,36 minutos menos, en comparación con los matutinos, que durmieron 5,64 minutos menos. Además, el uso diario de pantallas se relacionó con 5,04 minutos menos de sueño en días no laborables. Los usuarios con cronotipo matutino se acostaban 9,33 minutos más tarde, y los nocturnos 15,62 minutos más tarde en días laborables, con resultados similares en días no laborables.
En resumen, el uso diario de pantallas se relacionó con acostarse más tarde y con una reducción de aproximadamente 50 minutos de sueño por semana. Esta asociación fue más pronunciada en personas con cronotipos nocturnos, quienes enfrentan un mayor riesgo de tener un sueño de mala calidad debido al desfase horario social, que es la desalineación entre los ritmos circadianos y las actividades sociales. Estos hallazgos confirman que las interrupciones del sueño provocadas por pantallas electrónicas no afectan únicamente a niños y adolescentes. Se necesita realizar más investigaciones para identificar los mecanismos de intervención más efectivos.
Fuente bibliográfica
Electronic Screen Use and Sleep Duration and Timing in Adults
Zhong C, et al.
JAMA Netw Open. 2025; 8(3):e252493
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