Enfermedades Respiratorias
Apnea obstructiva del sueño predispone a la diabetes
La estratificación del riesgo en individuos con AOS podría ser útil en la identificación de las personas más propensas a desarrollar diabetes, lo que permitiría una intervención oportuna.
A pesar de la evidencia emergente que la apnea obstructiva del sueño (AOS) puede causar alteraciones metabólicas de forma independiente de otros factores de riesgo conocidos, no está claro si está asociada a la incidencia de diabetes.
Tetyana Kendzerska y colaboradores de la Universidad de Toronto, en Canadá, evaluaron si el peligro de diabetes estaría ligado con la severidad y consecuencias fisiológicas de la apnea obstructiva del sueño. Los autores realizaron un estudio poblacional utilizando un conjunto de datos administrativos de clínicas y de salud provincial. Los adultos sin diabetes referidos con sospecha de AOS y sometidos a un estudio diagnóstico del sueño en el Hospital de St Michael (Toronto, Canadá) entre 1994 y 2010 fueron seguidos hasta mayo de 2011 para analizar la incidencia de la condición diabética. Todas las variables relacionadas con la AOS se examinaron como predictores en modelos de regresión de Cox, controladas por sexo, edad, índice de masa corporal, tabaquismo, comorbilidades e ingresos.
Durante un seguimiento medio de 67 meses, 1.017 (11,7%) de 8.678 pacientes desarrollaron diabetes, dando una incidencia acumulada a cinco años de 9,1% (IC del 95%: 8,4% a 9,8%). En los modelos ajustados, los individuos con índice de apnea-hipopnea (IAH) >30 tenían un 30% más de riesgo de desarrollar diabetes que aquellos con IAH <5. Entre otras variables relacionadas con AOS, el IAH en el movimiento ocular rápido (REM) del sueño y el tiempo dedicado a la saturación de oxígeno inferior al 90%, se vincularon a la aparición de diabetes, al igual que la frecuencia cardíaca, circunferencia del cuello y el tiempo de sueño.
En conclusión, entre personas con apnea obstructiva del sueño, y el control de múltiples factores de confusión, la gravedad inicial y sus consecuencias fisiológicas predijeron el riesgo subsiguiente de diabetes.
