Dieta materna: un pilar en el desarrollo cognitivo
La calidad alimentaria en el embarazo se asocia con importantes cambios en la estructura cerebral de los hijos, lo que podría explicar variaciones en su rendimiento cognitivo durante la infancia.
El impacto de la dieta materna durante el embarazo en la neurobiología y el rendimiento cognitivo de los hijos en su infancia es significativo. Sin embargo, los mecanismos subyacentes y los posibles efectos a largo plazo siguen siendo poco conocidos.
Este estudio, llevado a cabo por investigadores del Centro Médico Universitario de Róterdam en los Países Bajos, tuvo como objetivo analizar cómo la calidad de la dieta durante la gestación se asocia con la morfología cerebral de los hijos en la preadolescencia y adolescencia temprana. Además, se exploró si las características del cerebro mediaban la relación entre la alimentación materna y el cociente intelectual (CI) a escala completa en la adolescencia temprana.
Se analizaron 2.223 y 1.582 díadas de madre e hijo a las edades de 10 y 14 años, respectivamente, utilizando imágenes cerebrales obtenidas mediante resonancia magnética. Durante el embarazo, se examinó la ingesta a través de cuestionarios de frecuencia de alimentos que incluían 293 ítems. A partir de estos, se calcularon puntajes de calidad de la dieta (de 0 a 15) que indicaban la adherencia a las pautas dietéticas. El rendimiento cognitivo de los hijos se evaluó a los 14 años mediante la Escala de Inteligencia Wechsler para Niños-V.
Después de ajustar por la edad de los niños y las madres, el sexo, factores socioeconómicos, tabaquismo y síntomas psicopatológicos durante el embarazo, se encontró que una mejor calidad de la dieta materna se relacionaba con un mayor volumen cerebral total (B: 4,54; IC 95%), así como con aumentos en la materia blanca (B: 1,83, IC 95%), materia gris (B: 1,99, IC 95%) y volúmenes subcorticales (B: 0,16, IC 95%) en los niños a los 10 años. Resultados similares se observaron a los 14 años. Además, se identificaron diferencias generalizadas en el grosor cortical, la girificación y el área de superficie en ambos hemisferios.
Una dieta más saludable durante el embarazo se asoció con puntuaciones más altas de CI de los adolescentes, particularmente en comprensión verbal y razonamiento matricial. Estas asociaciones en la adolescencia temprana fueron parcialmente mediadas por marcadores volumétricos cerebrales en la preadolescencia.
En conclusión, la calidad de la dieta durante el embarazo está relacionada con alteraciones estructurales en el cerebro de la descendencia, lo que contribuye a explicar la conexión entre los patrones alimentarios prenatales y los resultados cognitivos en la infancia.
Fuente bibliográfica
Diet quality during pregnancy, adolescent brain morphology, and cognitive performance in a population-based cohort
Mou Y, et al. University Medical Center Rotterdam, The Netherlands
The American Journal of Clinical Nutrition 120 (2024) 1125–1133