Nutrición clínica
Dieta mediterránea controla la adiposidad corporal
Estos resultados, además de la creciente evidencia de los beneficios de la dieta mediterránea, estimulan un estilo de vida respecto a hábitos alimenticios saludables capaces de combatir la epidemia de obesidad a nivel mundial.
La adherencia a la dieta mediterránea (DM), es decir, alta ingesta de frutas, vegetales y grasas monoinsaturadas, se ha ligado a un menor índice de masa corporal. Lamentablemente, no se ha investigado su relación con las medidas de grasa corporal, incluyendo la adiposidad localizada.
Epidemiólogos del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano de Estados Unidos, examinaron la concordancia entre la puntuación de la dieta mediterránea alterna (aMED), la antropometría y la adiposidad, esta última medida por absorciometría de rayos X de doble energía (DXA). El estudio incluyó a 248 mujeres sanas, con edades entre 18-44 años, a quienes se calculó la aMED partir de un máximo de ocho ciclos de 24 horas durante 1-2 ciclos menstruales. Una regresión lineal múltiple determinaba si la aMED y sus componentes específicos se asociaban con la adiposidad total y localizada después de ajustar por la edad, raza, educación, actividad física y consumo de energía.
Los participantes tenían una media (DE) de aMED de 4,2 (1,7) y de porcentaje de grasa corporal de 29,5 (6,0)%. Se encontraron significativas asociaciones inversas entre la aMED y todas las medidas de adiposidad examinadas, excepto la relación cintura-cadera. Entre las medidas de DXA, el incremento de 1 unidad en aMED se asociaba con un 0,06 (intervalo de confianza del 95% (IC): -0,09, -0,02) menos de la proporción de grasa para el tronco/pierna (T/L), una medida de grasa corporal. En el análisis que evaluó a T/L como un resultado de los distintos componentes de la aMED, la relación T/L fue menor con el mayor consumo de legumbres (β = -0,280, IC del 95%: -0.550, -0.010), y mayor con la ingesta de carnes rojas y procesadas (β = 0,060, IC del 95%: 0,002, 0,117).
En consecuencia, la adhesión a la dieta mediterránea se asocia con una menor adiposidad total y localizada, lo que se suma a la creciente evidencia de los beneficios de salud que concede este tipo de alimentación.
