Efectos gastrointestinales de la COVID-19 en niños
La población pediátrica con infección documentada por SARS-CoV-2, presenta un mayor riesgo de desarrollar síntomas y trastornos gastrointestinales, destacando el dolor abdominal como el más común.
La COVID-19 persistente no solo impacta a los adultos, sino también a la población pediátrica, que a menudo presenta síntomas más leves o es asintomática. Es necesario realizar más investigaciones para entender sus efectos, ya que esta enfermedad puede afectar diversos sistemas, incluido el gastrointestinal. En adultos, se han registrado un aumento de síntomas y trastornos gastrointestinales como dolor abdominal, diarrea, estreñimiento, vómitos, síndrome del intestino irritable (SII) y enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) tras la infección por SARS-CoV-2. Sin embargo, los efectos en niños y adolescentes aún no están claros.
Este estudio, liderado por investigadores de la Universidad de Pensilvania en EE. UU., examinó los riesgos de síntomas y trastornos gastrointestinales en la población pediátrica durante las fases posaguda (28 a 179 días tras la infección) y crónica (180 a 729 días tras la infección) de la patología.
Se realizó un análisis retrospectivo en 29 hospitales de EE. UU. que incluyó a 1.576.933 pacientes pediátricos, con una edad promedio de 7,3 años (52% varones) y al menos 6 meses de seguimiento. De ellos, 413.455 habían sido diagnosticados con SARS-CoV-2, mientras que 1.163.478 no.
La infección por SARS-CoV-2 se confirmó a través de pruebas PCR, serológicas, de antígenos y códigos de diagnóstico que se usaronn para identificar los síntomas y trastornos gastrointestinales durante las fases posaguda y crónica tras la infección.
Los pacientes con infección documentada por SARS-CoV-2 presentaron un mayor riesgo de desarrollar al menos un síntoma o trastorno gastrointestinal en comparación con aquellos sin la afección. En la fase posaguda, el riesgo fue del 8,64% frente al 6,85%, mientras que en la crónica fue del 12,60% frente al 9,47%. Específicamente, el riesgo de dolor abdominal fue más alto entre los pacientes positivos para COVID-19 durante la fase posaguda (2,54% frente a 2,06%) y la crónica (4,57% frente a 3,40%).
En conclusión, los niños y adolescentes con infección documentada por SARS-CoV-2 presentan un mayor riesgo de desarrollar síntomas y trastornos gastrointestinales en las fases posaguda y crónica. Por lo tanto, los médicos deben considerar que los problemas gastrointestinales persistentes pueden ser más frecuentes en niños que han tenido COVID-19 en comparación con aquellos sin infección documentada.
Fuente bibliográfica
Pediatric Gastrointestinal Tract Outcomes During the Postacute Phase of COVID-19
Zhang D, et al.
JAMA Netw Open. 2025; 8(2):e2458366
