En niños:
Evidencia en manejo del síndrome de vómito cíclico
Según esta revisión sistemática el ondansetrón cuenta con pruebas suficientes para sustentar su inclusión en protocolos de tratamiento agudo como terapia de rescate.
El síndrome de vómito cíclico (SVC), descrito por primera vez en 1882 por Samuel Gee en informes del St. Bartholomew's Hospital, se caracteriza por ataques agudos de vómito que ocurren esporádica o regularmente, y que pueden cursar durante horas a incluso días. Resultan en visitas repetidas a los servicios de urgencias y en hospitalizaciones. La prevalencia de esta condición es máxima entre los 2 y 7 años de edad, pero puede persistir en la vida adulta. Hasta la fecha, no se han elaborado ensayos controlados para abordar tratamientos para el SVC pediátrico en el ámbito de la atención aguda, ni tampoco existen protocolos estandarizados basados en evidencia. Como consecuencia, muchos de los protocolos terapéuticos disponibles se basan en pruebas empíricas y en opinión de expertos.
El objetivo de esta revisión sistemática fue sintetizar los datos cuantitativos y cualitativos sobre intervenciones farmacológicas para el SVC infantil y evaluar su efectividad en el ámbito de la atención aguda. Mediante el uso de palabras clave, se extrajeron 799 estudios publicados entre diciembre de 1954 a febrero de 2018 desde MEDLINE, Embase, CINAHL y el Registro Cochrane de Ensayos Controlados. Dos revisores independientes evaluaron los estudios para su inclusión mediante criterios predeterminados.
Mediante la búsqueda se obtuvieron 84 publicaciones, de las cuales 54 se incluyeron en la revisión sistemática. Posteriormente, los estudios se separaron en un grupo de seis series de casos que contenían datos cuantitativos sobre sumatriptán, ondansetrón, fenotiazinas, agentes procinéticos, carbohidratos, isometepteno y aprepitant; un grupo que consistía sólo en estudios cualitativos contenían recomendaciones de expertos.
Los resultados de esta revisión indicaron que ondansetrón tiene la evidencia más cuantitativa y cualitativa para apoyar su inclusión en los protocolos de servicios de urgencia pediátrica como terapia de rescate. Sumatriptán y aprepitant son candidatos potenciales para su inclusión como terapias abortivas. Los datos cualitativos de estudios retrospectivos e informes de casos no son aplicables a una población de pacientes más amplia. Por lo tanto, los autores reportan que existe una necesidad de realizar estudios de cohorte controlados y prospectivos y de ensayos controlados randomizados para optimizar los protocolos terapéuticos actuales y desarrollar nuevas intervenciones médicas.
