Pediatría
Frecuencia de las comidas influye en el peso infantil
Los resultados del presente meta-análisis sugieren una asociación inversa entre la cantidad y frecuencia de las comidas durante el día y el sobrepeso/obesidad en niños y adolescentes.
Las tasas de obesidad infantil han aumentado a un nivel alarmante en las últimas tres décadas. La evidencia hasta ahora atribuye este fenómeno a la interacción entre factores genéticos y ambientales. En cuanto a la dieta se refiere, se han estudiado extensamente la energía total, los macronutrientes y la ingesta de grupos de alimentos, sin embargo, los actuales modelos etiológicos dietéticos no pueden explicar plenamente el desarrollo de la obesidad infantil.
Panagiota Kaisari y colaboradores (Departamento de Nutrición y Dietética de la Universidad Harokopio, en Atenas, Grecia), determinaron el efecto de la frecuencia de alimentación en el peso corporal de niños y adolescentes. Los autores construyeron un meta-análisis de estudios observacionales publicados hasta octubre de 2011 y seleccionados a través de una búsqueda bibliográfica en la base de datos PubMed. La lista de referencias de los artículos recuperados también se utilizó para identificar artículos pertinentes, estableciéndose contacto con los investigadores cuando era necesario.
Se incluyeron en el análisis diez estudios transversales y un ensayo caso-control (21 sub-estudios en total), con 18849 participantes (entre 2-19 años). El efecto combinado reveló que la categoría más alta para la frecuencia del comer, en comparación con la más baja, se asociaba con un efecto beneficioso sobre el peso corporal de niños y adolescentes (riesgo [R] = 0,78, log R = -0,24, intervalo de confianza del 95% [IC]: -0,41 a -0,06). El resultado positivo observado siguió siendo significativo en los varones (R = 0,76, log R = -0,27, IC del 95%: -0,47 a -0,06), pero no en las mujeres (R = 0,96, log R = -0,04, IC del 95%: -0,40 a 0,32) (P para las diferencias de sexo = 0,14).
En conclusión, la mayor frecuencia de comidas se asoció con menor peso corporal en niños y adolescentes, sobre todo en varones. Se garantiza la realización de ensayos clínicos para confirmar esta relación inversa, evaluar su aplicabilidad clínica y apoyar una recomendación de salud pública. También es necesario investigar más a fondo las diferencias relacionadas con el sexo, y lo más importante, los mecanismos biológicos.
