Urología
Inhibición de la ciclooxigenasa-2 evita la cistitis crónica
Los autores pudieron identificar elevados niveles séricos de quimiocinas y factores de crecimiento, los cuales están implicados en la inflamación de las células mieloides durante el inicio de la infección urinaria. Entonces, estas características podrían utilizarse como biomarcadores del aumento de susceptibilidad a la infección urinaria recurrente.
La propagación de microorganismos resistentes a múltiples fármacos a nivel mundial ha creado una necesidad urgente de implementar nuevas estrategias terapéuticas para combatir las infecciones del tracto urinario (ITU). Por ejemplo, la terapia inmunomoduladora puede proporcionar beneficios, ya que se ha observado que el tratamiento de ratones con dexametasona durante la ITU aguda mejora los resultados al reducir el desarrollo de la cistitis crónica, la que predispone a la infección recurrente.
Docentes de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, en Estados Unidos, describen en esta publicación, biomarcadores solubles que participan en el desarrollo de células mieloides y quimiotaxis, características que son predictivas de la recurrencia de la ITU cuando están elevadas en el suero de mujeres jóvenes con infección urinaria. La traducción de estos resultados reveló que la fuerza de la respuesta de los neutrófilos durante la ITU, y, específicamente, la transmigración epitelial de la vejiga de los neutrófilos por la inhibición de la ciclooxigenasa-2, protege a los ratones contra cistitis crónica y su recurrencia. Además, la proteómica identificó una remodelación epitelial de la vejiga como consecuencia de la infección crónica que aumenta la sensibilidad al daño de los neutrófilos.
Por lo tanto, la expresión de la ciclooxigenasa-2 durante la infección urinaria aguda es un gatillador molecular crítico que determina el resultado de la enfermedad, y los medicamentos dirigidos a la enzima podrían prevenir la forma recurrente de la condición.
