Reumatología
La aterosclerosis aumenta la presencia y progresión de la osteoartritis
Principalmente en mujeres, se observaron relaciones directas e independientes entre la aterosclerosis y la osteoartritis de rodilla y articulaciones de la mano, especialmente respecto a la osteoartritis interfalángica distal.
La osteoartritis es un trastorno de la articulación altamente prevalente que causa una enorme carga de dolor y discapacidad. Se caracteriza por la pérdida de la estructura del cartílago, esclerosis ósea subcondral, inflamación sinovial y la formación de osteofitos, con la participación de todas las articulaciones. La inclusión de otros posibles factores de riesgo tales como la diabetes, menopausia y el colesterol en el proceso de la enfermedad sugiere que la osteoartritis podría ser parte del síndrome metabólico. Además, se ha informado de un mayor riesgo de muerte cardiovascular en individuos con osteoartritis de rodilla o cadera.
Este estudio prospectivo (Erasmus University Medical Center, Rotterdam, Países Bajos) examinó si alteraciones vasculares están ligadas a la presencia y progresión de la osteoartritis de rodilla, cadera y las diferentes articulaciones de la mano. Se consideraron participantes de 55 años o mayores, hombres (n = 2.372) y mujeres (n = 3278), quienes se analizaron por separado. Las medidas de la aterosclerosis carotídea (grosor de la íntima media (GIM) y la placa carotídea) y datos sobre las covariables (edad, índice de masa corporal, hipertensión, relación de colesterol, diabetes mellitus y tabaquismo) se recogieron al inicio del estudio. Por último, se utilizaron modelos multivariados de regresión logística con ecuaciones estimadas para calcular el riesgo y el correspondiente IC del 95%.
En mujeres, el GIM mostró una asociación independiente con la prevalencia de osteoartritis de rodilla (R ajustado 1,7, 1,1 a 2,7), y la placa carotídea con la osteoartritis interfalángica distal (R ajustado 1,4, 1,2 a 1,7) y con la osteoartritis metacarpofalángica (R ajustado 1,5, 1,1 a 2,2). En mujeres, se observó una correlación independiente para el GIM con la progresión de la osteoartritis metacarpofalángica (R ajustado 2,9, 1,18 a 6,93). Un ajuste adicional para múltiples pruebas arrojó una significativa asociación entre la placa carotídea y la osteoartritis interfalángica distal en mujeres (p <0,001).
Finalmente, este estudio demostró asociaciones independientes de la aterosclerosis con la osteoartritis de rodilla y articulaciones de la mano en mujeres. La evidencia fue más sólida con la osteoartritis interfalángica distal. Se necesita más investigación para confirmar las correlaciones y examinar la interrelación diferencial con las diversas articulaciones.
