Diabetología
La depresión se vincula de forma independiente con la diabetes
En el análisis bivariado se encontró que casi todos los trastornos mentales tenían asociaciones con la alteración metabólica. La mayoría eran atribuibles a la comorbilidad psiquiátrica y relaciones específicas de depresión y trastornos de la alimentación.
Ningún estudio ha evaluado si las relaciones observadas entre la depresión y la diabetes podrían reflejar la presencia de trastornos psiquiátricos comórbidos y sus asociaciones con la diabetes.
Peter de Jonge y colegas de la Universidad de Groningen, en Groningen, Países Bajos, evaluaron el vínculo entre una amplia gama de trastornos mentales del Manual Diagnóstico y Estadístico, cuarta edición (DSM-IV) con el diagnóstico de diabetes. Se realizaron una serie de estudios transversales mediante entrevistas cara a cara en adultos de la comunidad (n = 52.095) en 19 países. Mediante la Entrevista Diagnóstica Internacional Compuesta de la Organización Mundial de la Salud (CIDI-OMS) se analizó retrospectivamente la prevalencia de vida y la edad de inicio par 16 trastornos mentales de la DSM-IV. La diabetes se evaluó mediante auto-informes de diagnóstico médico junto con la edad de inicio. Se analizaron las asociaciones entre todos los trastornos mentales y la diabetes, con y sin ajuste de comorbilidad.
Se identificaron 2.580 casos de diabetes mellitus del adulto (más de 21 años). Si bien, los 16 trastornos del DSM-IV se vincularon al diagnóstico de diabetes en los modelos bivariados, sólo la depresión (R 1,3, IC del 95%: 1,1-1,5), el trastorno explosivo intermitente (R 1,6, IC del 95%: 1,1-2,1), el trastorno por atracón (R 2,6; IC del 95%: 1,7-4,0) y la bulimia nerviosa (R 2,1; IC del 95%: 1-3-3-4) se mantuvieron después de ajustar la comorbilidad.
Finalmente, la depresión y los trastornos del control de impulsos (trastornos de la alimentación, en particular) se asociaron significativamente a la diabetes después de ajustar la comorbilidad. Estos hallazgos apoyan el rol de la depresión en la aparición de la enfermedad metabólica, pero sugieren que este papel se puede extender hacia los trastornos del control de impulsos. La comorbilidad de los trastornos mentales es importante para determinar la relación entre los desequilibrios mentales y el desarrollo posterior de diabetes.
