Nivel educativo es un buen predictor de longevidad
Según esta publicación, es posible que la educación sea el mediador de las disparidades étnico reciales observadas en las causas de mortalidad prematura entre los menores de 60 años.
La mayoría de los estudios previos han reportado factores contribuyentes a la mortalidad prematura en todas edades, pero las mayores disparidades en los decesos precoces existen entre los jóvenes y los adultos de mediana edad. Estos estudios han informado además varios elementos que modulan las disparidades en la expectativa de vida, incluyendo la raza/etnia, nivel educacional, ingresos, acceso a la atención de salud y estilo de vida. Sin embargo, estos componentes están altamente interrelacionados e influenciados por la segregación social, especialmente en las zonas urbanas.
El objetivo de este estudio liderado por Brita Roy del Departamento de Medicina Interna de la Escuela de Medicina de Yale (Estados Unidos) fue evaluar las causas de la muerte prematura y determinar si la raza/etnia o la educación se asocian de manera más fuerte e independiente con la mortalidad precoz en una muestra diversa de adultos de mediana edad.
El estudio sobre el desarrollo del riesgo de arterias coronarias en adultos jóvenes (CARDIA) es un estudio longitudinal de cohorte de 5.114 participantes reclutados en 1985 a 1986 en los Estados Unidos y con un seguimiento de hasta 29 años, con una rigurosa determinación de todos los decesos. El reclutamiento fue equilibrado en cuanto al sexo, raza/etnia de población blanca y afroamericana, nivel de educación (secundaria o menos frente a más que la secundaria) y el grupo de edad (18 a 24 y 25 a 30 años). Este análisis incluyó las 349 muertes que habían sido revisadas completamente hasta el mes 348. El principal resultado fueron los años de vida potencial perdida (YPLL, del inglés years of potential life lost).
Los resultados indicaron que la tasa de mortalidad ajustada por edad por cada 1.000 personas fue de 45,17 en hombres afroamericanos, 25,20 en varones blancos, 17,63 en mujeres de color y 10,10 en mujeres blancas. El homicidio y el SIDA se asociaron con la mayor parte de los YPLL, pero el cáncer y enfermedades cardiovasculares fueron las causas más comunes de muerte. En los modelos multivariables, cada nivel de educación alcanzado se relacionó con 1,37 menos YPLL (P = 0,007), mientras que la raza/etnia no se asoció independientemente con los YPLL.
En conclusión, según lo observado por los autores en esta cohorte norteamericana, un nivel educativo más bajo es un predictor independiente de mayor cantidad de años de vida potencial perdida.
