Neonatología
Niveles de insulina son más elevados en prematuros
En esta cohorte prospectiva, predominantemente urbana, las concentraciones plasmáticas de insulina se vincularon inversamente con la edad gestacional al nacer y en la primera infancia. Por consiguiente, se requiere más investigación respecto a sus implicaciones en la prevención temprana de la resistencia a la insulina y diabetes tipo 2.
Aunque informes previos han relacionado el parto prematuro con resistencia a la insulina, tanto en niños como adultos, no se sabe si la homeostasis alterada de la hormona se pueda detectar al nacer y ser evaluada desde el nacimiento hasta la infancia.
Para investigar si el parto prematuro se asociaba a niveles elevados de insulina en plasma al nacer y si esta relación persistía en la primera infancia, docentes de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, Estados Unidos, realizaron una investigación prospectiva con 1.358 niños reclutados al nacer entre 1998 y 2010 y seguidos de forma prospectiva entre 2005 y 2012. Los niveles de insulina fueron medidos en 2 momentos: nacimiento (sangre de cordón umbilical) y primera infancia (sangre venosa). La mediana de edad era de 1,4 años (rango intercuartil [IQR], 0,8 a 3,3) entre los 4 grupos de edad gestacional: término (≥ 39 sem), casi de término (37-38 semanas), prematuros tardíos (34-36 semanas) y muy prematuros (< 34 semanas).
La media de los niveles de insulina en el nacimiento fueron 9.2 uUI/ml (IC del 95%, 8,4 a 10,0) para los nacidos normales; 10,3 uUI/ml (IC del 95%, 09,03 a 11,05) para los casi de término; 13,2 uUI/mL (IC del 95%, 11,8-14,8) para los prematuros tardíos y 18,9 uUI/ml (IC del 95%, 16,6-21,4) para los muy prematuros. En la primera infancia, estos valores fueron 11,2 uUI/ml (IC del 95%, 10,3-12,0) para los de término; 12,4 uUI/ml (IC del 95%, 11,3-13,6) para los casi de término; 13,3 uUI/ml (IC del 95%, 11,9-14,8) para los prematuros tardíos y 14.6 uUI/ml (IC del 95%, 12,6-16,9) para los muy prematuros. Las concentraciones de insulina al nacer fueron superiores en 1,13 veces (IC del 95%, 0,97-1,28) para los casi de término, 1,45 veces (IC del 95%, 1,25-1,65) para prematuros tardíos y 2,05 veces (IC del 95%, 1,69-2,42) para los muy prematuros en comparación a los de término. En la primera infancia, los niveles de insulina en plasma 1,12 veces (IC del 95%, 0,99-1,25) para los casi de término, 1,19 veces (IC del 95%, 1,02-1,35) para prematuros tardíos y 1,31 veces (IC del 95%, 1,10-1,52) para los muy prematuros versus los de término. La relación se atenuó después de ajustar la ganancia de peso posnatal y no fue significativa después del ajuste de los niveles de insulina en el nacimiento. Los recién nacidos clasificados en el tercil superior de insulina al nacer tenían más probabilidades de permanecer ahí (41,2%) en comparación con los niños clasificados en el tercil inferior (28,6%) en la primera infancia.
Finalmente, se observó una asociación inversa entre la edad gestacional y altas concentraciones de insulina en plasma en el nacimiento y en la primera infancia. Las implicaciones para el futuro desarrollo de la resistencia a la insulina y diabetes tipo 2 requieren más investigación.
