Cardiología
Personas de baja estatura tienen más enfermedad cardíaca
Parte de esta asociación inversa podría deberse a la relación entre la menor altura y un perfil lipídico adverso, aunque probablemente esté determinada también por procesos biológicos compartidos.
Se desconocen los mecanismos subyacentes y la naturaleza de una asociación inversa entre la estatura en los adultos y el riesgo de enfermedad de las arterias coronarias (EAC).
Este ensayo realizado en el Departamento de Ciencias Cardiovasculares de la Universidad de Leicester, Reino Unido, utilizó un enfoque genético para investigar la asociación entre la altura y la EAC, utilizando 180 variantes genéticas que afectan el crecimiento. Los autores pusieron a prueba la relación entre un cambio de altura determinado genéticamente de 1 DE (6,5 cm) con el riesgo de enfermedad coronaria en 65.066 casos y 128.383 controles. Además, se utilizaron datos de genotipos a nivel individual de 18.249 personas, que habían examinado el riesgo de EAC asociado a la presencia de varios números de alelos ligados a la estatura.
Se observó un aumento relativo de 13,5% (intervalo de confianza del 95% [IC], 5,4 a 22,1; P <0,001) para el riesgo de EAC por 1 DE por menor estatura determinada genéticamente. Hubo una relación gradual entre la presencia de un mayor número de variantes de altura y un menor riesgo de EAC (riesgo para el cuartil 4 frente al cuartil 1, 0,74; IC del 95%, desde 0,68 hasta 0,84, P <0,001). De los 12 factores de riesgo analizados, sólo se registraron asociaciones significativas con los niveles de colesterol de lipoproteínas de baja densidad y triglicéridos (representando el 30% de la relación). Se identificaron varias vías superpuestas que involucraban genes asociados al desarrollo y la aterosclerosis.
Finalmente, existe asociación entre una menor altura determinada genéticamente y un mayor riesgo de enfermedad coronaria, explicada en parte por la relación entre un perfil lipídico adverso en los individuos menos altos. Además, los procesos biológicos compartidos que determinan la altura y el desarrollo de la aterosclerosis también podrían explicar parte del efecto.
