En niños
Sueño insuficiente se asocia con hábitos poco saludables
Particularmente se relaciona con una mala alimentación, mayor tiempo frente a pantallas, y una pobre condición física aeróbica.
Una revisión de estudios que incluyó datos de 20 países mostró que en el siglo pasado la duración del sueño se redujo en más de una hora entre los niños y adolescentes. Una cantidad adecuada de horas de descanso nocturno es un factor significativo que contribuye a la regulación de las funciones hormonales y metabólicas en los niños. Contrariamente, la falta de sueño se relaciona con resultados adversos en varios aspectos de la salud de los adolescentes, incluyendo salud física y mental, y el éxito académico. Además, se vincula con varios factores de riesgo cardiometabólicos como la dislipidemia, homeostasis de la glucosa y el aumento de la presión arterial.
El propósito de este estudio fue examinar la extensión del sueño y la asociación entre un descanso nocturno insuficiente (en horas) y factores de estilo de vida en una muestra representativa de niños y adolescentes griegos. Se recopilaron datos de población derivados de una encuesta de salud escolar realizada en la primavera de 2015 sobre 177.091 niños (51% varones) de 8 a 17 años de edad (la tasa de participación fue de aproximadamente el 40% de la población total). Los hábitos alimenticios, horas de sueño (días laborables y fines de semana), el estado de actividad física y las actividades sedentarias se evaluaron mediante cuestionarios electrónicos completados en la escuela con la asistencia de los profesores. Los docentes de educación física obtuvieron mediciones antropométricas y de la condición física.
Una mayor proporción de hombres que de mujeres (42,3% versus 37,3%, P < 0,001) y de niños comparados con adolescentes (42,1% versus 32,8%, P < 0,001) informaron una duración insuficiente del sueño, fenómeno que se asoció con hábitos dietéticos poco saludables, como la omisión del desayuno (odds ratio [OR] 1,30; intervalo de confianza[IC] del 95%: 1,25 a 1,35), ingesta de comida rápida (OR 1,35; IC del 95%: 1,29 a 1,41) y el consumo regular de dulces (OR 1,32; IC del 95%: 1,25 a 1,39). Además, se observó que la insuficiencia se asociaba con hábitos alimentarios inadecuados (OR 0,59; IC del 95%: 0,54 a 0,64), mayor tiempo frente a dispositivos electrónicos (OR 1,26; IC del 95%: 1,21 a 1,31) y sobrepeso/obesidad (OR 1,21; IC del 95%: 1,17 a 1,25), después de realizar ajustes para diversas covariables.
En suma, la falta de sueño se asocia con un perfil de estilo de vida poco saludable en niños y adolescentes. Los resultados apoyan el desarrollo de intervenciones para ayudar a los estudiantes a extender las horas de descanso nocturno.
