Geriatría
Testosterona oral genera mayor peligro cardiovascular
Este meta-análisis concluye que la TRT de forma oral produce un aumento del riesgo cardiovascular, mientras que las otras vías de aplicación no presentarían efectos estadísticamente significativos.
Los potenciales riesgos cardiovasculares (CV) de la terapia de reemplazo de testosterona (TRT) son actualmente un tema de gran interés. Sin embargo, ningún estudio ha abordado el peligro cardiovascular en función de la vía de administración.
Investigadores del Malcom Randall VA Medical Center, en Gainesville, Estados Unidos, realizaron dos metanálisis, uno con eventos adversos cardiovasculares (EAC) a partir de 35 ensayos controlados aleatorios con la TRT y una duración de 12 semanas o más, y otro a partir de 32 estudios que informaban del efecto de la TRT sobre la testosterona y dihidrotestosterona (DHT) sérica.
Sobre los riesgos CV de la TRT: de 2.313 estudios identificados, 35 fueron elegibles e incluyeron 3.703 hombres en su mayoría mayores que habían experimentado 218 EAC. No se observaron riesgos significativos cuando se agruparon todas las vías de administración (riesgo relativo (RR) = 1,28, intervalo de confianza del 95% (IC): 0,76 a 2,13; p = 0,34). Cuando se analizaron por separado, la TRT oral produjo una tasa de EAC significativamente alta (RR = 2,20 IC del 95%: 1,45 a 3,55; p = 0,015), lo que no se observó en la vía intramuscular (RR = 0,66, IC 95%: 0,28 a 1,56; p = 0,32) ni en la transdérmica (gel o parche) (RR = 1,27 IC del 95%: 0,62 a 2,62; p = 0,48). Respecto a la testosterona/DHT sérica después de la TRT: de 419 estudios identificados, 32 eran elegibles e incluían 1.152 hombres con TRT. No se registraron diferencias significativas de testosterona en suero entre las vías intramusculares o transdérmicas. Sin embargo, la TRT transdérmica elevó la DHT en suero (5,46 veces; IC del 95%: 4,51 a 6,60) a una magnitud mayor que la TRT intramuscular (2,20 veces; IC del 95%: 1,74 a 2,77).
En conclusión, la terapia de reemplazo de testosterona oral produce un significativo riesgo cardiovascular, no así los esquemas inyectados o transdérmicos, en donde, las estimaciones puntuales sugieren que se necesita más investigación para determinar si estas vías de administración son protectoras o perjudiciales. Los incrementos de DHT en suero pueden ser la base de la variación del riesgo para las diferentes formas de aplicación, ya que se ha podido demostrar en estudios observacionales que la mayor concentración de dihidrotestosterona incrementa el peligro cardíaco.
