Dra. Carmen Orbe:
“El minuto de oro es fundamental para el futuro del bebé”
El transporte y los primeros momentos del neonato son cruciales para su supervivencia. Factores como un seguimiento prenatal inadecuado también pueden tener riesgo de mortalidad.
Entre la provincia fronteriza de Tulcán y la capital de Quito, Imbabura se encuentra a dos horas de distancia de ambos territorios. En una zona de paso para extranjeros que intentan atravesar desde Colombia, y los accesos suelen ser difíciles. Más aún para mujeres embarazadas.
Muy lejos de la ciudad, muchas de ellas se ven obligadas a atenderse o incluso parir de manera urgente. Llegar al hospital suele ser complejo en minutos cruciales para la vitalidad y futuro del neonato. Es ahí donde comienza el desafío de la medicina en frontera, que va desde el transporte hasta el seguimiento posterior de las madres y sus hijos.
Así lo cuenta la doctora Carmen Orbe, líder del servicio de neonatología del Hospital San Vicente de Paul ubicado en Ibarra, en la provincia de Imbabura. A pesar de las dificultades y limitaciones que supone este tipo de circunstancias, el centro tiene "una mortalidad que apenas alcanza el 7%".
-¿Cuáles son los principales desafíos de la medicina en frontera?
En los últimos meses, hemos visto un aumento en los casos de pacientes extranjeras en periodo de gestación sin controles prenatales, de sífilis congénita y prematuros extremos, que radica en el hecho que no tengan un buen seguimiento durante el embarazo. Ha habido casos que han llegado con patologías epidemiológicas poco frecuentes, como tuberculosis, diseminación hematógena o listeria. Al no tener un buen seguimiento, aumenta el riesgo de mortalidad, tanto para la mamá como para el bebé.
También, se ha intentado fomentar el seguimiento por parte del trabajo social. Algunas madres ingresan en condiciones graves a la unidad de cuidados intensivos o con un alto riesgo de mortalidad. A veces sin sustento, lugar de alojamiento ni posibilidad de acceder a los familiares. Ellas requieren apoyo inicial, pues complica que estos niños tengan mayor morbilidad posterior. Son una población que, de por sí, necesita un seguimiento continuo.
-¿Cuál es la prevalencia de estas enfermedades transmisibles?
Las complicaciones de sífilis tienen una incidencia de cuatro pacientes por mes. Si estas condiciones se detectan de manera oportuna, se pueden tomar todas las precauciones para la recepción, la madre y los bebés.
Ha aumentado la demanda del tratamiento, la medicación y el número de pacientes. Hay veces que no están utilizando una forma de transporte terrestre, sino que llegan caminando en excursivo o en labor, con procesos infecciosos de muchas horas y que no recibieron una atención oportuna.
-¿Cómo hacen con el traslado neonatal?
Necesitamos una red con un sistema de ambulancias, con una conexión para poder recibir al paciente de forma inmediata al activarse el código rojo. La mayoría de las veces, estos nacen en unidades donde tienen las condiciones para un bebé prematuro. Cuando nacen en hospitales básicos, es necesario que sean transferidos. La mayoría de los migrantes tienden a radicarse en las zonas de difícil acceso dificultando el transporte.
Si están dentro de la zona donde el acceso es todavía un poco más fácil, se logra disminuir. Nosotros tratamos en lo posible tener un chat de comunicación en red. Si se activa la alerta, mi unidad está lista para reaccionar de forma inmediata. Al estar a dos horas de Quito, muchas veces recibimos pacientes prematuros extremos que, en realidad, deberían ser manejados en una unidad más grande, de tercer nivel. Sin embargo, al estar tan lejos las condiciones son más inestables y puede aumentar el riesgo de transporte, el control de la temperatura y de los signos vitales. Sabemos la importancia del minuto de oro de los bebés, que son fundamentales para el futuro. En frontera es importante capacitarnos sobre transporte neonatal.
-¿Existe una vigilancia del control de brotes o solo hay transmisiones verticales?
Dentro de las principales patologías a nivel epidemiológico, hemos tenido bastantes casos por gérmenes de causa temprana, que generalmente son por transmisión vertical. Listeria y escherichia coli son las principales enfermedades que producen infecciones en los bebés en las primeras 72 horas. Mientras que la sífilis congénita también es frecuente.
Es importante ver las principales patologías, tratando de mantener los datos estadísticos. Actualmente, estamos trabajando en una base de datos, que incluye cómo llegan los pacientes y de dónde proceden. Esto, con el fin de tener indicadores más cercanos, ver dónde hay que trabajar y mejorar.
-¿Hay políticas públicas para las zonas de tránsito para hacer este incremento de recursos tanto humanos como hospitalarios?
Mi hospital pertenece a una red dentro del Ministerio de Salud, por lo que se ha intentado buscar apoyo en la parte pública. El equipamiento ha ido aumentando ante la demanda, se ha tratado de buscar fundaciones que nos puedan ayudar. También, hay que buscar alternativas para aumentar los cupos de la unidad de cuidados intensivos. Otra necesidad es agrandar la infraestructura, que es uno de nuestros principales problemas. Hemos tenido también la visita de la mayoría de las autoridades para evidenciar la situación actual. Estamos esperando que en el transcurso de este año se pueda trabajar en los puntos que faltan.