SAVALnet EC

El número de pacientes infantojuveniles que se alimenta en base a una dieta vegetariana o vegana se ha incrementado. Esto requiere que los pediatras y otros especialistas se actualicen cada vez más respecto al tema. 

En entrevista con SAVALnet, la doctora Mariolly Gutiérrez Ricci, pediatra nutrióloga de Clínica Indisa, explica que optar por este régimen, bien balanceado y estrictamente supervisado, es totalmente factible y saludable para niños.

La Asociación Americana de Dietética así lo ha declarado, señalando incluso que puede proporcionar beneficios para la salud en materia de prevención.

- ¿En qué consiste el vegetarianismo y veganismo y cuál es la factibilidad de realizarlos en niños?

El primero es un estilo de alimentación en el que no se consideran productos de origen animal. Dependiendo de qué se incluya y excluya de la dieta, se pueden definir varios tipos como el ovolacto-vegetariano que evita todos los productos de origen animal, a excepción del huevo y la leche; y el ovovegetariano que solo incluye huevos. Por otro lado, la dieta vegana deja de lado todos los productos animales y sus derivados. Y ambos pueden ser practicados sin impactos negativos, con la condición de que sea supervisado por profesionales idóneos.

- ¿Qué razones existen para adoptar esta forma de alimentación y qué beneficios conlleva?

Los motivos son diversos: religiosos, filosóficos, ecológicos y de salud. Respecto a este último, existen numerosos estudios epidemiológicos en adultos realizados por instituciones como la European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition de Oxford, Harvard Health Profesionals Follow Up Studies y Harvard Nurses Health Studies, en los que se ha mostrado una asociación consistente entre una dieta predominantemente vegetariana y menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes y algunos tipos de cáncer. En base a estudios realizados en países occidentales en niños y adolescentes vegetarianos, se ha observado una menor prevalencia de obesidad y un desarrollo pondoestatural normal para la población de referencia, con un IMC menor. Si bien no se conoce completamente el mecanismo exacto por el que este tipo de dieta disminuye la obesidad, una posible explicación sería que, en general, estos pacientes tienen mejores hábitos alimentarios, menor consumo de grasas saturadas y azucares refinadas, y estilos de vida más saludables como calidad de sueño, uso adecuado de pantallas, no consumo de alcohol ni tabaquismo, práctica habitual de actividad física.

- En 2016 la Academia Americana de Nutrición y Dietética declaró que las dietas vegetarianas, incluidas las veganas, planificadas adecuadamente, son saludables y nutricionalmente adecuadas. Pero, además, son apropiadas para todas las etapas del ciclo de vida, incluidas las embarazadas, lactantes y niños...

Existen varias sociedades científicas que apoyan la dieta vegetariana en todas las etapas de la vida, incluida la edad pediátrica, mientras sean diseñadas y supervisadas por profesionales competentes en el área. La velocidad de crecimiento que se observa durante la infancia y adolescencia implica mayor requerimiento energético y de nutrientes por kilo, por lo que durante esta etapa se debe extremar la supervisión para asegurar que esto se cumpla. En los años 80 se realizaron estudios en Gran Bretaña y Estados Unidos en lactantes y preescolares vegetarianos que mostraron que niños supervisados estrictamente y suplementados con nutrientes críticos crecen y se desarrollan normalmente. Un trabajo más reciente, de 2019, efectuado en Alemania en pequeños entre uno y tres años siguiendo una dieta vegetariana concluyó que una cantidad adecuada de energía asegura un buen crecimiento pondoestatural. 

- ¿Qué tanto influye el déficit de hierro en el desarrollo y crecimiento de este grupo?

Existen nutrientes críticos durante el crecimiento en la edad pediátrica, uno de ellos es el hierro. Su deficiencia puede generar graves daños en la salud, como anemia y déficit cognitivos que podrían persistir en el tiempo. La anemia ferropriva tiene una frecuencia similar en poblaciones de niños vegetarianos comparados con población omnívora, aunque los niveles de ferritina, en general, son más bajos en los primeros y se debe evaluar en cada caso la necesidad de suplementación. El hierro que se encuentra en las carnes rojas es de tipo hem (origen animal) y se absorbe en un 20% a 30%, mientras que en productos vegetales como legumbres y verduras de hoja verde oscura -con buena cantidad de hierro- es del tipo no hem, cuya absorción fluctúa entre el 2% y 13%. En estos casos, se recomienda aumentar su ingesta en 1.8 veces para cumplir con los requerimientos. Además, se debe instruir a la familia respecto a medidas prácticas que permitan mejorar la absorción del hierro no hem, disminuyendo la cantidad de fitatos presentes en verduras y legumbres. Esto se logra remojándolas en agua durante varias horas, y también consumiéndolas junto a alimentos ricos en vitamina C. Existen otros nutrientes críticos, como el zinc, que se encuentra en rangos más bajos en niños y adolescentes vegetarianos comparados con los no vegetarianos, pero en general, se mantiene dentro de rangos normales. El calcio, yodo, ácidos grasos poliinsaturados, omega 3 y la vitamina B12 además son nutrientes críticos, y cada uno de estos debe ser evaluado en cada paciente y suplementarse si es necesario.

- Y la importancia de que este tipo de alimentación en menores sea monitoreada y guiada por un profesional…

La persona que sigue una dieta vegetariana siempre va a tener mayor riesgo de sufrir déficit nutricional, tanto de macro como de micronutrientes. Esto cobra relevancia en la edad pediátrica, pues hay mayores requerimientos que cubrir para lograr un crecimiento y desarrollo óptimos. Un ejemplo grave, y a veces irreversible, tiene que ver con la vitamina B12. Estudios en lactantes de madres vegetarianas que no se han suplementado durante el embarazo ni lactancia, han mostrado signos y síntomas de deficiencia entre los cuatro y 12 meses de vida, como: falla en el crecimiento, letargia, hipotonía, detención o regresión del desarrollo psicomotor, movimientos anormales como temblores, mioclonías, movimientos coreoatetósicos y, en casos severos, atrofia cerebral. Este ejemplo refuerza que la supervisión para aplicar este tipo de alimentación debe ser muy personalizada.

- ¿Algún mensaje que quisiera compartir?

Las personas que siguen dietas vegetarianas están aumentando en el mundo y, por supuesto, esto incluye a la población pediátrica. En niños y adolescentes es factible realizarlas sin efectos negativos para la salud, por lo que médicos y otros profesionales de la nutrición deben estar informados y en condiciones de entregar la orientación necesaria que permita educar y acompañar a las familias que deciden seguir este tipo de alimentación, y derivarlas oportunamente a expertos para controlar y supervisar su correcta implementación.

Por María Ignacia Meyerholz L.