Un diagnóstico de cáncer tiene un efecto amplio y profundo sobre la salud y bienestar de todos los implicados. Durante mucho tiempo, el control se ha centrado en la atención clínica y no en las necesidades más amplias de las personas afectadas. 

Con el objetivo de comprender y atender mejor las condiciones de estos pacientes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó una encuesta, que se inserta dentro de una campaña más amplia, diseñada y concebida para hacer oír las voces de los supervivientes, cuidadores y familias. 

La iniciativa forma parte de un compromiso para involucrar -de manera respetuosa y significativa- a quienes viven con enfermedades no transmisibles en el diseño conjunto de políticas, programas y soluciones. Los resultados de la encuesta contribuirán a buscar nuevas alternativas para un mayor bienestar en el contexto del diagnóstico de cáncer y crear colaborativamente soluciones para el futuro.

“Esta campaña incluirá cuatro fases: publicación de la encuesta mundial, celebración de consultas nacionales, presentación de las mejores prácticas y puesta en marcha de iniciativas dirigidas por la comunidad. Estamos preparados para abrir un nuevo capítulo y mejorar el bienestar de estos pacientes”, explica la doctora Bente Mikkelsen, directora del Departamento de enfermedades no transmisibles de la OMS.

Esta indagación busca llegar a más de 100.000 encuestados de 100 países de ingreso bajo y medio. Los resultados se esperan para principios de 2023 y, a partir de entonces, se utilizarán para diseñar políticas, programas y servicios, porque estas materias “deben estar conformadas por algo más que datos e investigaciones científicas: han de incluir las voces y la visión de los afectados”, enfatizó el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.