Enlentecer avance en enfermedad de Alzheimer
Expertos replantean comprensión sobre la repercusión del tratamiento a lo largo del tiempo y la necesidad de terapias combinadas para alcanzar este objetivo.
Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 55 millones de personas en todo el mundo viven con demencia, un término que describe al grupo de síntomas que afectan la memoria, pensamiento y habilidades sociales. La enfermedad de Alzheimer es la forma más común.
El neurólogo Ronald Petersen, director del Centro de Investigación para la Enfermedad de Alzheimer en la Clínica Mayo de Rochester en Estados Unidos explica que “aunque no sea posible prevenir la demencia, sí se puede reducir el riesgo de padecerla y de retrasar su avance”.
Junto a un grupo de expertos, el especialista confirmó que esta última medida tiene beneficios importantes y significativos para los pacientes y sus familias, especialmente en las etapas iniciales cuando cognición y memoria aún están total o mayormente intactas [1].
“Retrasar el deterioro neurológico, incluso de cuatro a seis meses, en las etapas iniciales puede derivar en la conservación de la función de los pacientes, lo que puede ser muy importante. Cuanto más tiempo una persona retrase la pérdida de independencia y continúe participando en actividades cotidianas, más significativos serán estos resultados”.
El proceso del alzhéimer ataca al cerebro desde años, incluso décadas, antes de que un individuo presente problemas de memoria. Los cambios no suceden de forma aislada. Normalmente, se presentan otros procesos neurodegenerativos que ocurren al mismo tiempo.
Los ensayos clínicos de terapias que modifican la enfermedad en la etapa sintomática, habitualmente, duran alrededor de 18 meses. Cuando observaron los resultados de los ensayos con fármacos, el grupo de trabajo analizó la forma en que pacientes, familias y comunidad científica evalúan qué es importante cuando se trata de retrasar el avance.
De la misma manera en que la presión arterial alta y cáncer se tratan con diversos medicamentos, también se necesitan varias intervenciones para abordar cambios neurológicos complejos y problemas relacionados con la memoria y pensamiento.
Para lograr mayor repercusión, se necesitan terapias combinadas. “Es necesario modificar las expectativas de una intervención única sobre un conjunto complejo de procesos neurodegenerativos, pero el último avance con fármacos recientemente aprobados contra la enfermedad es un primer paso muy importante”, destaca del doctor Petersen.
“A medida que analizamos la importancia clínica de retrasar el avance de la enfermedad, se deben acordar expectativas realistas sobre beneficios y riesgos de las terapias recientemente aprobadas. El proceso de toma de decisiones será compartido con los pacientes y sus familias”.
Referencia
[1] Petersen RC, Aisen PS, Andrews JS, et al. Expectations and clinical meaningfulness of randomized controlled trials. Alzheimers Dement. 2023;10.1002/alz.12959.
