Equipos caninos para detección de COVID-19
En Quito están entrenando a perros para identificar personas positivas por SARS-CoV-2 en zonas donde hay una gran afluencia de público.
Hace más de dos décadas, ha quedado en evidencia la valiosa intervención de los perros de detección como herramienta para el diagnóstico precoz o la detección de síntomas leves de patologías en pacientes crónicos.
Desde que se declaró la pandemia, diferentes grupos de investigación han tomado la iniciativa de aprovechar las capacidades de los equipos caninos para estudiar la reacción de ellos frente a material biológico o el rastro de pacientes identificados como positivos de COVID-19.
El Centro Operativo de Emergencias (COE) Nacional, con el respaldo del Gobierno Francés, entrenó a perros para detección de la COVID-19 en las instalaciones del Hospital General Pablo Arturo Suárez de Quito, con el fin de que se transforme en una medida de contención y aliada a la lucha contra la pandemia.
“Esta propuesta nació para buscar una estrategia oportuna que ayude a captar de manera temprana a las personas con COVID-19. Se tiene la experiencia positiva de Francia, Líbano, Emiratos Árabes y otros países que tuvieron resultados favorables con la implementación de esta práctica”, indica José Ruales, viceministro de Vigilancia y Gobernanza del Ministerio de Salud Pública.
“La técnica de aprendizaje para los canes es mediante el juego y a través de muestras de sudor de las personas que tienen COVID-19, esto garantiza que ellos no tengan contacto directo con el virus y no afecten la salud de los guías”, explicó Phillipe Sallenave, especialista en protección civil del gobierno francés.
La iniciativa, que se realizó bajo la directriz de expertos franceses, resulta alentadora para establecer protocolos de seguridad de cara a garantizar un cribado de la identificación certera de personas contagiadas o portadoras de la enfermedad y para realizar los cercos epidemiológicos adecuados, a fin de evitar la propagación de la COVID-19 a mayor escala.
