Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son la principal causa de muerte en todo el mundo. Más de tres cuartos de ellas ocurren en países de ingresos bajos y medios. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que en 2015 murieron por esta razón 17,7 millones de personas, lo cual representa un 31% de todas las defunciones registradas. De ellas, 7,4 millones se debieron a cardiopatía coronaria y 6,7 a accidentes cerebrovasculares (ACV).

En 2019 en el país alcanzaron el 26,49% del total de defunciones. Según la encuesta STEPS de 2018, el 25,8% de la población, entre 18 a 69 años, presentan tres o más factores de riesgo para enfermedades crónicas no transmisibles, siendo las de mayor incidencia la hipertensión, hiperglicemia, glucosa alterada y colesterol elevado.

Para disminuir dichas estadísticas, el Ministerio de Salud Pública (MSP) busca fortalecer las estrategias e intervenciones para prevenir y controlar estas patologías. El propósito es generar conciencia en la población para disminuir su prevalencia y reducir en un tercio la mortalidad prematura.

Como parte de las acciones se incluyen abandonar el consumo de tabaco y alcohol; incrementar la actividad física en instituciones educativas; implementar ciclovías recreativas; mejorar hábitos alimentarios saludables y bajos en grasas; monitorear y evaluar programas de control de hipertensión; y fortalecer el manejo de la patología cardiovascular desde el primer nivel de atención en salud, entre otras.