Clínica Mayo:
Los beneficios cardiovasculares de la dieta mediterránea
Su efectividad se explica por la combinación de grasas monoinsaturadas, antioxidantes y alto contenido de fibra, elementos clave para mantener la salud arterial y controlar los niveles de colesterol.
A lo largo de los años, la dieta mediterránea ha sido identificada como una de las mejores para el corazón. Al ayudar a reducir la inflamación crónica del organismo, permite prevenir enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, demencia y cáncer.
Así lo asegura la doctora Janet McCann, dietista-nutricionista certificada del Sistema de Salud de Clínica Mayo en Wisconsin (Estados Unidos). "Comer de manera saludable siguiendo esta dieta se siente más como comer y vivir bien. Básicamente, es un modelo de plan alimentario para una buena salud".
Se basa en alimentos de origen vegetal y aporta grasas saludables, principalmente monoinsaturadas. Estas contribuyen a disminuir el colesterol total y las lipoproteínas de baja densidad.
Además, es una dieta rica en antioxidantes y fitoquímicos, que ayudan a reducir la inflamación arterial. Al incluir productos ricos en potasio y disminuir el consumo de sal, también favorece una presión arterial saludable.
Los granos integrales, legumbres, frutas y verduras son beneficiosos para la salud intestinal y para reducir fluctuaciones de azúcar en sangre, gracias a su alto contenido en fibra.
Para implementar esta dieta, la especialista recomienda aumentar el consumo diario de frutas y verduras, optar por granos integrales, incorporar frutos secos y semillas, utilizar grasas saludables para cocinar, comer pescado dos veces por semana, reducir las carnes rojas, agregar especias y mantener el consumo de lácteos.
Sin embargo, también son importantes los cambios en el estilo de vida: limitar el consumo de alcohol, comer sin prisas y realizar actividad física de intensidad moderada al menos 150 minutos por semana.