Ministerio de Salud proyecta reducir desnutrición en Ecuador
Última encuesta de salud reveló que índice de desnutrición crónica en niños menores de cinco años se redujo en casi un punto porcentual: de 23,9% a 23% entre 2014 y 2018.
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut 2018) es una operación estadística por muestreo del Programa Nacional Estadístico con periodicidad quinquenal, cuyo objetivo principal es generar indicadores sobre los principales problemas y la situación de salud de la población ecuatoriana para evaluar y generar políticas públicas.
Según la OMS, la desnutrición es el retardo en peso y talla para la edad, que se mide como dos desviaciones estándar por debajo de la media de peso y talla por edad. Este problema crónico ha afectado a la población vulnerable de los países en desarrollo constantemente.
Se ha demostrado que las consecuencias físicas a corto plazo se perpetúan a lo largo de la vida en niveles tan profundos que la reversibilidad es difícil de lograr. Es por eso que se considera que la infancia es la etapa donde la intervención puede ser más efectiva.
Ensanut 2018 reveló que, a nivel nacional, la desnutrición crónica en menores de cinco años pasó de 23,9% a 23,0% entre 2014 y 2018, esta variación no es estadísticamente significativa. En el caso de de los menores de dos años, esta cifra aumentó de un 24,8% a un 27,2%.
El Ministerio de Salud Pública, bajo el liderazgo de la ministra Catalina Andramuño, anunció que presentará un proyecto para disminuir esta problemática multicausal en el país, que debe ser abordada no solo desde el ámbito de la salud, sino desde otros frentes para así garantizar una salud integral y de calidad en la población.
La ventana de oportunidad para prevenir la desnutrición ocurre durante los primeros mil días. Es decir, durante el periodo de gestación y los primeros dos años de vida, por lo que un niño y su madre deben recibir al mismo tiempo todas las prestaciones de salud y nutrición y, además, acceder a agua potable y saneamiento, a una alimentación e higiene adecuada; y vivir en un entorno que promueva el cuidado y afecto.
