Las medidas de confinamiento, interrupciones en la prestación de servicios de atención médica, así como el temor de asistir a los centros de atención están dando lugar a una reducción de las visitas electivas y a retrasos en los tratamientos de alta prioridad para pacientes con enfermedades no transmisibles (ENT).

Frente a este panorama, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió que la respuesta a la pandemia en la Región de las Américas y El Caribe debe incluir la atención de las enfermedades crónicas, debido a que una de cada cuatro personas tiene mayor riesgo de complicaciones en el tratamiento de COVID-19 debido a ENT subyacentes.

“No habíamos visto una relación tan letal entre una enfermedad infecciosa y ENT. Algunos de los datos son alarmantes, especialmente en nuestra región, donde estas últimas están ampliamente extendidas. Necesitamos medidas preventivas agresivas para proteger a las personas con diabetes, cáncer, enfermedad respiratoria y cardiovascular del nuevo coronavirus”, recalcó la doctora Carissa Etienne, directora de la OPS.

Es importante “encontrar métodos seguros para brindar atención clínica esencial. Por ejemplo, muchos países están ampliando rápidamente la telemedicina, priorizando las citas programadas para evitar salas de espera concurridas y prestando servicios de forma novedosa con la ayuda de las plataformas virtuales”. 

Asimismo, resulta prioritario “garantizar que las cadenas de suministro de medicamentos esenciales sigan funcionando de manera eficiente, para que lleguen a quienes lo necesitan y así las ENT estén protegidas”.

“Un menor acceso a la atención por interrupciones en los servicios de salud pone a los pacientes en mayor riesgo de complicaciones y muerte por enfermedades que sabemos tratar. Los sistemas de salud deben encontrar maneras de responder a estos requerimientos o nos enfrentaremos a una epidemia paralela de muertes prevenibles de paciente con ENT, más aún cuando nuestra región se ha convertido en el epicentro de la pandemia hace algunas semanas”.