Revisan y modifican definición de dolor
Asociación Internacional para el Estudio del Dolor actualiza, por primera vez desde 1979, el concepto y reconoce que ancianos y bebés pueden padecerlo.
El alivio del dolor crónico continúa siendo uno de los mayores retos en salud pública, ya que se considera una de las principales causas de sufrimiento, incapacidad y perjuicio de la calidad de vida.
Los estudios epidemiológicos actuales sugieren que alrededor del 20% de la población adulta, en los países industrializados, padece alguna forma de dolor crónico, siendo el de origen articular, espalda, cefalea y muscular las condiciones con mayores índices de prevalencia.
En 1979, el subcomité de taxonomía de la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) la describió como “una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada a una lesión tisular real o potencial, o descrita en términos de tal daño”.
Tras 40 años, un grupo multinacional se propuso revisar la definición actual, debido a los avances que se han generado en la comprensión de esta entidad, trabajo que entregó un resumen de los puntos críticos.
Los investigadores de la IASP finalmente recomendaron que se la redefina como “una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada con, o similar a la asociada con daño tisular real o potencial [1]” y que las notas adjuntas se deben actualizar a una lista con viñetas que incluya la etimología.
“El dolor no es simplemente una sensación o está limitado a señales que viajan a través del sistema nervioso como resultado del daño tisular”, explica el doctor Srinivasa N. Raja, director de investigación del dolor de IASP y docente de neurología en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.
El objetivo de esta revisión es “transmitir mejor los matices y la complejidad de esta problemática para que conduzca a una mejor evaluación y manejo de las personas que lo padecen. Con una mejor comprensión de la experiencia del dolor de un individuo, podemos, mediante un enfoque interdisciplinario, agregar una variedad de terapias para personalizar los tratamientos”.
Las principales novedades de esta redefinición son, por un lado, la inclusión de las personas que no pueden exteriorizarlo, al eliminar que este era descrito solo por quien lo padece y se involucró a todos los que sufren y se reconoce que ancianos y bebés pueden padecerlo
Referencias
[1] Raja SN, Carr DB, Cohen M, et al. The revised International Association for the Study of Pain definition of pain: concepts, challenges, and compromises. Pain. 2020;10.1097/j.pain.0000000000001939.
